Labrador Retriever: una raza de perros valientes

¿Cuántos tipos de Labrador Retriever existen? El Labrador americano es un perro esbelto y atlético, muy ágil  acostumbrado al trabajo y a la caza,  tradicional de zonas rurales de Estados Unidos. Los Labradores ingleses, son ejemplares más corpulentos y pesados que sus parientes americanos, su cuello y cabeza son de mayor tamaño en cambio sus patas son más cortas que el Labrador Retriever americano. El Labrador Retriever es una de las principales razas de perros guía y de rescate, su gran fortaleza física, su extraordinario olfato  y docilidad lo hacen un perro ideal para estas tareas. En Toppercan te contamos más detalles sobre la raza Labrador Retriever.

Labrador Retriever

El Labrador Retriever es con diferencia una de las razas de perro más populares del mundo. Con una altura aproximada entre 50 y 60 centímetros acompañados de un peso que ronda los 30 kilogramos, encontramos en el labrador un perro que mezcla una inteligencia única entre las demás razas con un aspecto imponente, propio de los perros de gran envergadura a los que no se les suele asociar el carácter afable y cercano que tienen los labradores. Además, es la raza más utilizada en el adiestramiento con fines de ayuda a personas con discapacidad, convirtiéndolos en animales queridos en todos los rincones del planeta sin dejar indiferente a nadie que se anima a conocerlos en profundidad.

Historia del Labrador Retriever

La historia del Labrador es tan particular como se podría esperar de un animal tan característico dentro de su especie. Aunque no se tiene una certeza absoluta sobre su historia sí podemos crear un pequeño cronograma donde ver los hitos más importantes por los que ha pasado.

Orígenes

Aunque el origen oficial del Labrador se vincula a sus raíces inglesas no es su origen real como especie definida, con características reconocibles independientemente del observador. Si nos basamos en sus orígenes genéticos partiríamos de la isla de Terranova, en Canadá, donde el perro de aguas de San Juan se convertiría en su antecesor directo. En la isla se desarrollaron dos líneas del perro de San Juan por mera influencia cultural: el Terranova mayor y el Terranova menor. En el primer caso tenemos variantes nacidas a partir del cruce del perro de aguas con distintos mastines destinados a funciones de trabajo procedentes de viajeros ingleses, irlandeses y portugueses durante el siglo XVI y buena parte del XVII.

El perro de aguas de San Juan acabaría extinguiéndose en 1980, fruto de las restricciones gubernamentales del siglo XIX en Inglaterra con la exportación de animales y los impuestos en Canadá para los perros ovejeros. Aunque existen ejemplares con muchas características similares ya se alejan completamente del labrador y del propio perro de aguas.

Labrador Retriever

Por parte del Terranova menor encontramos al precursor propiamente dicho del labrador actual. Era más pequeño, con el pelo más corto y más ágil para satisfacer las necesidades de los mismos viajeros, admirando a la raza autóctona de por aquel entonces gracias a su lealtad y aceptación del trabajo impuesto. Se habían adaptado perfectamente al duro clima de la isla, y aunque muchos optaban por mezclarlos tanto con ejemplares particulares del perro de San Juan como con otras razas no tardaron mucho en dar el salto hasta llegar a Gran Bretaña.

Desarrollo y reconocimiento oficial

Poole, en Inglaterra, se convirtió sin saberlo en la cuna del futuro perro labrador. A partir del siglo XIX los perros de San Juan, particularmente de su variante de Terranova menor, fueron los ayudantes del centro portuario para la alta burguesía de la ciudad, llamando la atención de los nobles de la zona por su excelente forma de trabajar y su carácter dócil y amigable.

De trabajadores dieron el salto paulatinamente a mascotas, produciendo en pocos años que los criaderos del país empezasen a fomentar cruces puros de terranovas menores para mantener la pureza de la raza. Aunque no era posible garantizar siempre un cruce puro normalmente se mantenían los genes dominantes del perro de San Juan, con su característico pelaje corto y su pose natural erguida. Al ser perros destinados para fines puramente comerciales se hizo mucho esfuerzo por mantener también su comportamiento, afable y fiel a sus dueños, recibiendo un trato excelente por parte de los criaderos.

Labrador Retriever

La raza Labrador Retriever se populariza en Inglaterra

Fue cuestión de tiempo que se reconociese a la raza como tal. A comienzos del siglo XX, en 1903, la sociedad Kennel Club, encargada de las razas de Inglaterra, formalizó la existencia del labrador. En 1904 se distinguiría al mismo tiempo el Golden Retriever, con el pelaje largo y ondulado, del labrador.

Una diferenciación discutida en multitud de ocasiones al considerar que el propio Golden no habría dejado de ser una variante de los labradores mantenida en el tiempo por el interés de los criaderos. Los siguientes hitos en la historia del labrador fueron constantes, con el reconocimiento en concursos como Crufts con calado internacional o el Bramshaw Bob. En 1916 nacería el Labrador Club of England, un grupo de amantes del labrador el cual sigue existiendo en la actualidad con multitud de pequeños grupos similares dispersos por todo el mundo.

Situación en el presente

A lo largo del siglo XX el labrador se hizo hueco en los hogares de medio mundo. Estados Unidos reconoció la raza en 1917 a través del American Kennel Club, con una aceptación relativa al ser relegado a las clases sociales más altas enfocadas en los deportes de caza con perros procedentes de criaderos enfocados en la burguesía. En 1932 la raza fue oficial en todo el país, consiguiendo dar el salto a la clase media con familias enfocando el cuidado del labrador como un perro casero para vigilar los hogares y cuidar a los más pequeños.

Rápidamente se hizo popular, adentrándose plenamente en los cambios sociales de la segunda mitad del siglo XX como parte del modelo a seguir por los ciudadanos: trabajadores, con familia y un perro fiel como mascota. Europa tardó poco en sumarse al cariño profesado al labrador gracias a la influencia de Reino Unido. A lo largo del siglo XX se expandieron por todo el continente,

Labrador Retriever

en su vertiente familiar buscando animales de compañía dóciles que se adaptarán al modelo familiar con el mismo perfil de Estados Unidos. Aunque en la actualidad su uso en la caza es menor siguen manteniendo funciones laborales gracias a la sencillez de su adiestramiento, ayudando a personas inválidas y actuando en determinadas ciudades europeas como perros policía destinados al reconocimiento de sustancias. También son muy utilizados por pescadores aficionados gracias a la buena predisposición del Labrador al agua, con ciertos ejemplares manteniéndose en la ganadería como perros ovejeros. Con todo, el gran éxito del labrador radica en la sencillez de su adiestramiento y el vínculo que forma rápidamente con sus dueños.

Elementos que definen a los perros labradores retriever

Si nos planteamos adoptar un labrador es importante que conozcamos los factores que definen a la raza. Al estar tan extendida nos será sencillo encontrar camadas de todo tipo, pudiendo observar las variaciones que hay entre ellos en base a nuestros conocimientos y el planteamiento que hemos realizado en torno a su educación. Es importante no dejarse llevar meramente por el aspecto, los cachorros de labrador no son similares entre ellos pudiendo llevarnos al equívoco a la hora de elegir.

como cuidar un perro labrador
El perro labrador es amante del ejercicio y del aire libre

Características físicas

Los labradores tienen principalmente tres registros de colores: negro, amarillo con distintas tonalidades y el llamado chocolate que corresponde a un marrón oscuro muy concreto. No hay diferencias entre ellos en cuestión de comportamiento, y aunque hay criaderos que consideran el chocolate como el labrador puro no existe una categorización entre ellos, pudiendo incluso encontrar en una misma camada cachorros de distintos colores.

La mayoría tienen pelo corto pero denso y relativamente áspero, muy resistente al agua y a otros agentes climáticos. Los ojos son negros, aunque hay una amplia gama de espectro entre el verde y el amarillo pudiendo incluso a encontrar ejemplares con ojos grises. Por parte de las orejas encontraríamos una forma colgante de tamaño medio, acompañada de una cola gruesa que no llega a contraerse al caminar y unas patas compactas y palmeadas por la influencia de sus antepasados nadadores.

Labrador Retriever

Comportamiento

Sociables, amables y poco problemáticos, los labradores son perros que se adaptan rápidamente a vivir con los seres humanos gracias a su comportamiento dócil y la sencillez con la que responden a las órdenes. Gracias a su inteligencia son animales que entienden los requerimientos que se le piden, comprendiendo la mayoría de situaciones y adaptándose a ellos para su bienestar y el de las personas que le rodean. Es importante tener en cuenta que, a pesar de ello, los labradores son perros llenos de energía que nos solicitarán de forma constante ejercicio y juego, una situación que puede ser controlada pero que tendrá que satisfacerse para mantener al labrador con un buen estado de ánimo.

Al mismo tiempo, este carácter afable y juguetón se traduce en comportamientos lúdicos tanto fuera como dentro del hogar, por lo que necesitaremos de un espacio adecuado para ellos donde, como mínimo, tengan una distancia suficiente para pequeños ejercicios de locomoción. Pueden llegar a ser muy insistentes con sus peticiones, creando alboroto a su alrededor hasta llegar al punto de requerir un adiestramiento más profesional para que aprendan normas de comportamiento en casa. Tienden además a la inspección por medio de la masticación con los objetos que se encuentra, presionándolos suavemente, pero firme en el caso de las pelotas y juguetes que se destinan para este fin.

Sociabilidad

Es habitual que hayamos conocido al labrador retriever como el perro perfecto para tener en familia, una verdad en base a las cifras de registros anuales pero matizable en todo momento. Sin duda son de los ejemplares que más socializan con los niños pequeños, soportando juegos y caricias constantes sin que haya sensación de peligro en su trato. Al ser proclives al mismo tiempo para recibir adiestramiento muchos hogares apuestan por el labrador con la idea de aplicar técnicas básicas para su comportamiento, manteniendo la certeza de que no resultará problemático en la mayoría de los casos.

Raza Labrador Retriever

Tiende a ser estable a nivel emocional, conociendo los límites en su trato con las personas que le rodean, llegando a ser muy afectuoso con todos los miembros a poco que establece un vínculo con los miembros participantes. Aunque normalmente no se suele valorar es un excelente guardián para el hogar, defendiendo de extraños y situaciones comprometidas el domicilio incluso después de años sin haber visto una sola muestra de comportamiento agresivo. Respecto a su comportamiento con el dueño tiende a una relación de sumisión rápidamente, evitando conductas asociadas a la dominancia exceptuando casos extremos.

 En su trato con otras personas

Los Labrador Retriever, se orientan más al acercamiento, con ciertos comportamientos cercanos a la indiferencia, sin suponer en ningún caso animales hostiles o que tengan un umbral bajo para responder con agresividad a los estímulos externos producidos en un ambiente social. Con todo, es importante recordar que mantienen el comportamiento canino relacionado con la alerta y la amenaza cuando sienten peligro para ellos o sus dueños, tomando una posición defensiva sin que haya muestras de agresividad a efectos prácticos en casi ningún caso. Al mantener en la edad adulta un comportamiento juguetón se acostumbrarán rápidamente a vivir en sociedad, buscando incluso caricias de las personas que nos rodeen.

Las relaciones con otros perros en la mayoría de casos son positivas. Al no tender a la dominancia conecta fácilmente con los demás animales, esquivando los conflictos y mostrándose en los momentos iniciales pasivo y tranquilo. Como es una raza tan juguetona buscará en cuestión de segundos la interacción con los otros canes, en un comportamiento caracterizado por el clásico juego de los perros de tamaño grande consistente en la fuerza más que en las persecuciones, situación que puede llevar a confrontarle con algunos ejemplares. A pesar de ello, los labradores siempre tienden a evitar cualquier tipo de enfrentamiento, y al ser tan dóciles y proclives al adiestramiento no es difícil controlarlos cuando surjan situaciones de esta índole.

Labrador Retriever

Potencial de adiestramiento

Gracias a su inteligencia y el vínculo que crean con las personas son de las razas más recomendables para las personas que disfrutan de adiestrar a sus animales. Órdenes básicas como permanecer quieto o sentarse las puede llegar a aprender incluso de forma instintiva sin la necesidad de aplicar un programa de condicionamiento estricto, el mero trato diario con sus cuidadores produce en los labradores una suerte de adiestramiento propio que facilitará el trabajo tanto a los novicios en el adiestramiento como a las personas ya avezadas. Perciben rápidamente las relaciones entre estímulos, comprendiendo las órdenes y asimilando los patrones de refuerzo impartidos en pocos ensayos. Además, el tiempo de latencia entre el estímulo y el refuerzo no tiene que ser tan ajustado como con otras razas gracias a su inteligencia, comprendiendo lo que estamos buscando con la situación y lo que esperamos de ellos

Es importante recordar en todo momento las características de los labradores para que el adiestramiento sea eficaz: cariñosos, dóciles y sociables. Normalmente no necesitaremos ningún programa de condicionamiento basado en el castigo, pudiendo incluso eludir el uso de recompensas en forma de alimentos al aceptar de tan buen grado los refuerzos sociales.

Un labrador bien cuidado en el hogar será mucho más susceptible del adiestramiento, pudiendo desarrollar conductas complejas mantenidas a lo largo del tiempo sin que se produzca habituación o saciación de los refuerzos proporcionados para instaurarlas. Al ser tan juguetones podemos incluso aprovechar los momentos de ocio como refuerzos, los labradores entenderán sin problemas la relación entre los ejercicios y asociarán el juego, tan necesario para suplir sus necesidades físicas, como parte del programa de condicionamiento.

Labrador Retriever

Una forma sencilla de adiestrar a un labrador

es mezclar las órdenes principales con el trato diario que tengamos con ellos. Normalmente los labradores son capaces de resolver situaciones básicas en base a su experiencia y la percepción que tienen, comprendiendo el comportamiento que deben de realizar en base a indicadores muy sencillos de realizar y que pueden introducirse en el día a día. Órdenes tan básicas como acudir a la llamada o esperar a que salgamos nosotros primeros de casa antes de salir ellos se aprenden sin necesidad de ejercicios específicos, solo siendo constantes en su educación y dándoles el trato que necesitan respecto al juego y la interacción con sus dueños.

Si conseguimos que otros miembros de la casa participen nos aseguraremos de consolidar las conductas, extendiéndolas en su uso tanto en los ambientes sociales como más allá del hogar. Con todo, si buscamos un proceso de adiestramiento reglado con fines de ayuda a personas con discapacidades tendremos que aplicar los mismos programas de condicionamiento realizados con la mayoría de perros.

La elección de refuerzos, tipo de condicionamiento, estímulos utilizados y elementos de los ensayos son normalmente más laxos en cuanto a la exigencia formal que se pide en el adiestramiento, con un mayor margen de error donde podremos establecer dinámicas con refuerzo variable en base al puro ensayo más que a seguir formalmente un adiestramiento ya diseñado previamente.

Labrador Retriever

Una gran ventaja frente a otras razas

es que al tener tanta energía y desarrollar un vínculo tan fuerte siempre se mostrarán dóciles cuando queramos iniciar los ejercicios, sobre todo si los realizamos fuera del domicilio y con refuerzos en forma de juguetes y actividades lúdicas. Al mismo tiempo, la carencia absoluta de adiestramiento y los cuidados poco elaborados pueden producir problemas de conducta como en cualquier otra raza de perros, por lo que es interesante que valoremos hasta qué punto queremos llevar nuestro proyecto de adiestrarle.

Aspectos a tener en cuenta para elegir al Labrador como mascota

  • Los labradores gozan de una salud fantástica, con una vida larga y sin problemas físicos habituales. A pesar de ello hay que tener en cuenta que es una raza nacida de la endogamia, hecho que produce un mayor peligro de enfermedades genéticas indetectables hasta que no pasan varios años. Es importante que mantengamos revisiones clínicas periódicas, con el historial de vacunaciones siempre actualizado y realizando las pruebas necesarias ante cualquier duda que surjan en el veterinario.
  • Son animales enérgicos, juguetones y muy activos, pero tienden a engordar fácilmente cuando no consiguen realizar todo el ejercicio que necesitan. Cuidar su alimentación es un paso fundamental, con pienso de calidad y evitando a toda costa que se alimente de comida humana o chucherías para perros de forma habitual. Si no disponemos de una casa amplia será importante que tengamos tiempo para poder realizar paseos largos.
  • Convivir con un labrador en casa puede ser una experiencia gratificadora o un suplicio si no sabemos manejar la situación. La ansiedad por separación que sufren muchos perros es todavía más marcada en los labradores por el rápido vínculo que crean con sus dueños, traduciéndose en ladridos y conductas de mordida en distintos elementos de la casa. Aunque pueda parecernos difícil lo más recomendable es realizar sesiones constantes donde le dejaremos solo espaciando el tiempo en cada una de ellas hasta lograr que se habitúe a nuestra ausencia. Por otra parte, es fundamental vigilar el comedero y sobre todo el bebedero, al realizar ejercicios físicos de forma constante tendrán sed a lo largo del día.
Labrador Retriever

Son perros muy fuertes

  • Aunque son perros dóciles hay que recordar que tienen más fuerza de lo habitual, siendo complicado manejarlos cuando se ponen nerviosos. No dudes en adquirir un arnés con una correa de adiestramiento para evitar los tirones, controlando su temperamento al mismo tiempo que relajamos su actitud en las situaciones donde más se presenten este tipo de conductas. Durante los primeros paseos es recomendable que lleves algunas golosinas para premiarle, sobre todo cuando se relacione con otros animales de la forma que nosotros esperamos.
  • Respecto a los juguetes lo mejor es recurrir a pelotas duras y cuerdas resistentes. Tenderán a romperlos, pero podrán ejercitarse con ellos al mismo tiempo que estimulan la mandíbula y cuidan los dientes. Uno de los mejores recursos es el kong, un juguete de plástico duro en el que se introduce comida la cual tarda en extraer por la propia forma del juguete. Tiene un efecto de rebote impredecible por lo que será un buen recurso para el hogar cuando no tengamos tiempo de jugar con él y queramos que se distraiga un rato.
  • Los labradores son excelentes compañeros para personas con problemas de sociabilidad, incluyendo niños pequeños con dificultades en su periodo de escolarización. Al ser tan cercanos y obedientes servirán para acompañarnos en cualquier momento, obligándonos a estar activos para poder satisfacer sus necesidades físicas al mismo tiempo que contactamos con otras personas amantes de los animales.

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Alicia Lime

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