La rabia en perros es una enfermedad transmitida por un virus que afecta a animales domésticos y salvajes. Existen tratamientos preventivos (vacunas) y también una profilaxis posterior a la exposición (PEP) una vez el animal ha sido expuesto a la enfermedad. Sin embargo, hay poco tiempo para actuar una vez un perro ha sido infectado, el tratamiento debe administrarse cuanto antes. Si los síntomas se desencadenan, la enfermedad es mortal. En la actualidad es una de las enfermedades más mortíferas, la OMS estima que la rabia provoca unas 60.000 muertes al año.
La mejor forma de evitar la enfermedad es la vacuna. En España la vacuna de la rabia para perros, es obligatoria en casi todas las Comunidades Autónomas, solo en Galicia, País Vasco, Asturias y Cataluña la vacuna es optativa. Colectivos de veterinarios como el Consejo de Veterinarios de Galicia han pedido a la Xunta que se instaure la obligatoriedad de la vacuna de la rabia como en el resto del territorio nacional.
Índice del artículo
¿Qué es la rabia y cómo se contagia?
La rabia es una enfermedad vírica causada por un Rhabdovirus, un virus muy poco resistente a las condiciones ambientales. Es por eso que su transmisión se da contacto directo con un animal infectado. La transmisión de la rabia se produce principalmente por la mordida de un perro infectado. Como el virus se encuentra en la saliva, puede entrar a través de la herida producida. También se puede producir la enfermedad si la saliva del animal infectado entra en contacto con las mucosas de otro animal o persona.

El virus no puede atravesar la piel si está entera, por lo que tendrá que entrar por mucosas o heridas abiertas. Si hay contacto entre un animal infectado o portador y un animal sano, el virus puede entrar a través de heridas o mucosas, logrando la transmisión de la rabia. Entonces el virus se propaga a través de los nervios y llega a la médula espinal y cerebro, desde donde empezará a distribuirse por los nervios de todo el cuerpo. El virus se va a multiplicar principalmente en el sistema nervioso, causando inflamación. También se replica en las glándulas salivales, por lo que se encuentra en grandes cantidades en la saliva, siendo esta la principal vía de transmisión de la enfermedad.
La rabia en España
En la mayoría de los países europeos, esta enfermedad está erradicada tanto en perros como en zorros; sin embargo, se dan de vez en cuando casos en otros animales y en humanos. La rabia en España la rabia está erradicada en mamíferos desde 1978. Sin embargo, en comunidades autónomas limítrofes con Marruecos, como Ceuta y Melilla, se han diagnosticados casos de rabia en perros de forma esporádica. En Marruecos la rabia no está erradicada y en otras zonas de África la rabia es una enfermedad endémica.

El Consejo de Colegios de Veterinarios de Cataluña alertó en La Vanguardia del riesgo de propagación de la rabia por el aumento de viajes a países donde esta enfermedad es endémica y no está controlada. Se recomienda vacunar a los animales de compañía ante el peligro que supone esta enfermedad. Sin embargo, hay zonas donde esta enfermedad es endémica, como en África
Síntomas de la rabia en perros
Los síntomas de la rabia aparecen de forma progresiva. Después de la infección el virus tiene un periodo de latencia de unas 4 y 8 semanas (aunque en algunos casos puede llegar a ser de 12 semanas), durante las cuales el perro está aparentemente sano. La duración del tiempo de latencia depende, entre otras cosas, de la distancia entre el punto de infección y el encéfalo.
Los síntomas iniciales pueden pasar desapercibidos. Se producen cambios de comportamiento y el perro se vuelve más temeroso. Además, está muy nervioso, respondiendo de forma exagerada a cualquier estímulo y sobresaltándose con facilidad.

El animal puede llegar a autolesionarse y empieza a perder el apetito, mostrando cierta dificultad para tragar alimento o agua. Veremos también cómo las pupilas se encuentran anormalmente dilatadas o contraídas. Más adelante aumenta la excitabilidad y el perro empieza a mostrar un comportamiento muy agresivo. Puede atacar a cualquier animal o persona, y al morder transmitirá la enfermedad. El perro expulsa gran cantidad de saliva por la boca porque no puede tragar. Finalmente, el perro infectado sufre descoordinación de movimientos seguida de parálisis muscular. En casi la totalidad de los casos el animal acaba muriendo por parada respiratoria.
Diagnóstico
En general, cuando se detecta una sintomatología sospechosa en un perro, se procede a aislarlo para evitar la posibilidad de que transmita la rabia a otros animales o personas. Seguidamente, se le realizan pruebas para detectar el virus o anticuerpos, con la finalidad de confirmar el diagnóstico.
La rabia es una enfermedad muy grave, y en el 100% de los animales infectados causa la muerte. No existe ninguna cura disponible para esta enfermedad, ni siquiera para el ser humano, por lo que es importantísima la prevención. Esta enfermedad no solo tiene un gran impacto para nuestro mejor amigo, es muy importante a nivel social por las muertes humanas que causa.

La Organización Mundial de la Salud estima que cada año mueren unas 59000 personas a causa de la rabia canina (datos de 2016), sobre todo en poblaciones pobres y rurales de Asia y África. El 95% de la rabia humana se produce por contagio a partir del perro. Por todo esto, en muchos países se han establecido estrictos protocolos de prevención. Gracias a ellos se ha erradicado la enfermedad en varios países, mayormente del primer mundo, entre los cuales se encuentra España (erradicada desde 1978).
Vacuna de la rabia en perros
Para evitar el contagio de la rabia se utiliza la vacunación. Podemos vacunar a nuestra mascota a partir de los 6 meses de edad, y se administra un recordatorio anual para mantener la inmunidad. Aunque en nuestro país la rabia está erradicada y en algunas comunidades la vacunación sea opcional, se recomienda vacunar a nuestras mascotas. Puntualmente, pueden llegar perros infectados a España. Esto pasa sobre todo por la proximidad con el norte de África, donde es una enfermedad mucho más común.

Además, el murciélago es un reservorio de la enfermedad. Son portadores sin sufrir síntomas, y pueden transmitir la enfermedad a nuestras mascotas si no están correctamente protegidas. En España la obligatoriedad de esta vacuna depende de la comunidad autónoma en la que nos encontremos:

- Vacunación obligatoria: Lo es en casi todas las comunidades autónomas.
- Vacuna opcional: Lo es en Cataluña, Galicia y el País Vasco. En estas comunidades podemos elegir si vacunamos o no a nuestra mascota.
- Vacuna obligatoria solo para razas potencialmente peligrosas: En Asturias la vacunación antirrábica es solo obligada para razas PPP.
En el caso de vivir en comunidades donde la vacunación es opcional, debemos tener en cuenta que, si viajamos con nuestro perro al resto de España o a otros países de la Unión Europea, tendremos que vacunarlo, pues es obligatoria en el resto del territorio.
