Todo el que ha tenido o tiene un perro sabe que a veces ensucian, ladran en horas intempestivas, muerden y rompen cosas, lo llenan todo de pelos… ¡Y aun así no podríamos vivir sin ellos!
Los perros nos demuestran día a día que no podríamos tener un mejor amigo y compañero de aventuras. Se han ganado un sitio en nuestras casas y en nuestros corazones. Pasaríamos horas hablando de todo lo que aportan a nuestras vidas, pero lo hemos resumido en las siguientes 10 razones por las que nunca nos separaremos de ellos.
Índice del artículo
Siempre se alegra de verte
Por las mañanas nunca vas a llegar tarde, pues tan pronto como suene el despertador tu perrito estará esperándote para celebrar que ha empezado un nuevo día y puede pasarlo contigo.
Además si al llegar a casa estás triste o cansado nunca te faltará su amor incondicional. Da igual si has estado fuera de casa 5 minutos o 3 días, tu perro te estará esperando detrás de la puerta para llenarte de lametazos.
¡No hay nada más gratificante que ver cuánto se alegra tu pequeño amigo por tu llegada!

Nunca renunciará a pasar tiempo contigo
Tu perro valora muchísimo el tiempo que le dedicas, y nunca renunciará a estar un ratito más contigo. Ya sea una tarde de sofá y película, un pequeño paseo o una excursión al monte. ¡Él nunca te fallará y estará allí para acompañarte donde sea!

Comprende lo que te pasa
Hace aproximadamente 12.000 años que tenemos al perro a nuestro lado. Todo éste tiempo no ha pasado en vano, nuestro peludo amigo se ha aplicado al máximo para aprender a entender nuestros gestos y actitudes. Por éste motivo el perro es capaz de responder a algunas de nuestras acciones de forma espontánea.
Muchos habréis observado que vuestro perro conoce vuestro estado de ánimo. Sabe percibir si estáis tristes o enfermos. Además, como comprende perfectamente lo que necesitáis en cada momento, no dudará en daros todo su cariño y en hacer todo lo que esté en sus manos para que os sintáis mejor. ¡Siempre quiere veros tranquilos y alegres!

Te quiere tal como eres
Los perros, a diferencia de las personas, no tienen prejuicios. Les dan igual tu carácter, tu aspecto, tus propiedades, tus opiniones y tus manías. Te quieren tal como eres, y con ellos nunca tendrás la necesidad de fingir.

Te saca a pasear
Aunque creamos que somos nosotros quienes lo sacamos a pasear, en realidad es nuestro perro quien nos obliga a salir. Él nos ayuda a ser menos sedentarios, y esto repercute directamente sobre nuestra salud. Se ha demostrado que los dueños de perros tienen una mejor salud cardíaca y menos problemas de tensión arterial.
Puede que a veces llueva o haga frío y no tengamos ganas de pasear, pero gracias a nuestro amigo peludo podemos disfrutar de paisajes maravillosos, conocer gente increíble y hacer ejercicio en compañía.

Siempre está a tu lado
Si hay algo que caracteriza al perro es su fidelidad. Puede que todos te fallen o que las cosas no vayan ben, pero él nunca te abandonará. No importa si tu perro es un pequeño chihuahua o un gran danés, si te encuentras en un mal momento siempre estará ahí para ayudarte.

Te enseña lo que es la responsabilidad
Es muy común que los niños pidan un perrito a sus padres sin comprender todo el trabajo que conlleva. El perro les puede aportar un aprendizaje esencial, la responsabilidad.
Gracias a él los niños comprenderán la diferencia entre un juguete y un ser vivo. El perro les dará momentos de diversión y juego, pero también tendrán que aprender a satisfacer sus necesidades a diario. Todo esto les ayudará a ser adultos responsables y consecuentes con sus actos.

Siempre te perdona
Muchos de nosotros pasamos gran parte del día fuera de casa y dejamos a nuestro pequeño amigo solo. Otras veces quizás no le prestamos toda la atención que merece o lo regañamos. Aún así nuestro perro nunca nos guardará rencor, y le bastarán unos pocos minutos para perdonarnos. ¡Incluso cuando huele que hemos estado acariciando a otro perrito!

Te ayuda a ser feliz
La compañía y la seguridad que nos aporta el perro nos ayuda en nuestro día a día. Se ha demostrado que su presencia nos ayuda a combatir el estrés y a relajarnos.
Además convivir con un perro tiene efectos terapéuticos positivos en los pacientes de depresión. Se ha comprobado que el apoyo del can puede ser fundamental para que la persona que sufre depresión se sienta acompañada, comprendida y con ánimos para afrontar el día.
Nunca nos faltarán las ocurrencias y pequeñas trastadas de nuestro peludo para sacarnos una sonrisa después de un mal día.

Su amor es incondicional
Como todos ya sabemos el amor del perro es incondicional. Él nunca nos fallará ni abandonará.
Recientemente, estudiando la relación entre el hombre y el perro, los científicos han observado que cuando un perro y su dueño se miran se produce una descarga de oxitocina. Ésta hormona es la misma que se libera cuando una madre ve a su hijo. Por lo tanto el vínculo afectivo entre el perro y su dueño va mucho más allá de lo que pensábamos.

El perro nos da todo lo que tiene a cambio de muy poco. Solo pide un poco de cariño y atención, y a cambio obtenemos todo su amor y alegría. Por todo esto deberíamos considerar su compañía como el más maravilloso de los regalos.