Consejos para tener un perro equilibrado

Para que la convivencia entre el perro y la familia sea buena en todos los sentidos, es necesario tener un perro equilibrado física y mentalmente. De lo contrario, podrían darse una serie de circunstancias más o menos graves que hagan del día a día una lucha continua. Algunos, incluso, si no llegan a dominar al can, a educarlo de forma adecuada, se plantean el abandono. El abandono, como sabéis, es delito, además de una irresponsabilidad por parte del propietario, más aún si ha sido por no saber educar al perro desde pequeño. Por eso, para no llegar a ese punto, hay una serie de pautas que debemos seguir para tener un perro equilibrado.

Qué es un perro equilibrado

Antes de describir cómo es un perro equilibrado, hay que decir que todos los perros nacen equilibrados. Lo que hace que sufran trastornos físicos y mentales son las circunstancias posteriores que no dependen de él. Los perros también sufren depresión, ansiedad y miedo, igual que las personas. Por lo tanto, una vivencia traumática puede determinar su comportamiento.

Un perro equilibrado es aquel cuya salud física y mental es correcta. Tener un físico saludable implica no tener ninguna enfermedad o molestia que perturbe su vida diaria, incluida la obesidad. Un perro sano mentalmente es aquel que se muestra obediente y tiene un buen comportamiento en todos los aspectos. También se debe mostrar sumiso, pero no por miedo, sino porque sabe quién es el jefe de la manada. Para ello es absolutamente necesario que el perro reciba una buena educación desde pequeño. Y en la buena educación va incluido también un buen trato. Lo de que “la letra con sangre entra” no siempre es cierto, y lo que tú crees que es “por su bien” puede suponer a tu perro un trauma de por vida. Por eso, trata a tu perro con respeto, y si debes reñirle o castigarle, debe ser en su justa medida y mejor con órdenes que con golpes. Recuerda que es mucho más efectivo dar recompensa cuando el perro lo hace bien, y que si te muestras afectivo al final el comportamiento será mucho más amable por parte de los dos.

Qué es un perro desequilibrado

Un perro desequilibrado es aquel que, por trauma o rebeldía, no llega a establecer una relación de afecto y sumisión hacia los demás, mostrándose siempre a la defensiva o creyendo ser el líder. Esto puede llevar al perro a hacerse territorial con la casa, hasta gruñir y atacar por defender algo que realmente no le corresponde. Son perros que están trastornados, normalmente debido a una vivencia traumática. Hay razas que si no reciben una buena educación desde pequeños tienden a volverse territoriales y agresivos, creyéndose el líder de la manada y mostrándose por encima de cualquier reprimenda o castigo. Algunas de estas razas son el Puli, el Shar Pei o el Bullmastiff.

Perro equilibrado
Un perro desequilibrado puede llegar a ser peligroso

Cosas que evitar para que tu perro sea equilibrado

Como decíamos antes, el desequilibrio mental y físico de un perro se debe, la mayoría de las veces, al mal hacer de los humanos para con el perro. Esto incluye el maltrato y el abandono, así como una mala alimentación o unas condiciones de higiene pésimas. Pero, además, hay cosas que a veces hacemos sin darnos cuenta y que pueden perjudicar la salud mental de nuestro perro. Una de estas cosas, por ejemplo, es separar a los cachorros de la madre antes de tiempo. Cuando son tan pequeños y tan vulnerables, lo que le da la sensación de seguridad y protección es estar junto a su madre y sus hermanos. Si además de separarlo de ellos lo metes en un lugar extraño a vivir y rodeado de personas que no conoce, es un trago muy amargo para el can. Más aún si en esos primeros días no recibe la atención que se merece.

Otro error es ser demasiado permisivos con el perro y no establecer límites, como dejar que se suba al sofá y a la cama o que coma restos de nuestra comida en la propia mesa. No puedes permitirle hacerlo una vez y a la siguiente reñirle y pretender que no lo vuelva a hacer. Esto confundirá al perro y será difícil corregir su conducta.

Necesidades básicas para un perro equilibrado

Para tener un perro equilibrado, además de una buena educación que le enseñe quién manda en casa, es fundamental cubrir sus necesidades básicas.

Perro equilibrado
Un perro equilibrado es feliz y tiene sus necesidades cubiertas
  • Una buena alimentación: la alimentación debe ser la adecuada para el perro en cuanto a calidad y cantidad. Esta variará según su raza, edad, peso y actividad física.
  • Un descanso óptimo: para que tu perro se desarrolle física e intelectualmente es necesario que descanse las horas necesarias y este sea un descanso de calidad. Para ello debes buscar un lugar adecuado, limpio y a una buena temperatura, desde donde tenga acceso a la comida y al agua.
  • Sitio de protección: aunque hay razas que están preparadas para vivir a la intemperie, no es aconsejable que el perro pase mucho tiempo fuera de la vivienda, aunque sea en el porche o en el jardín. Menos aún si está atado a una cadena por miedo a que se escape. El perro debe tener siempre relación con la familia y con otros perros. Esto ayudará a que sea más sociable y evitará posibles percances en el futuro.
  • Ejercicio: si bien no es bueno que el perro pase mucho tiempo fuera, sí que es conveniente que haga ejercicio a diario. El perro debe jugar y correr para desarrollar su musculatura e intelecto. Además, esto previene enfermedades como la obesidad. Aunque varía según edad, tamaño y raza, lo recomendable es que haga, al menos, 20 minutos de ejercicio al día.
  • Educación y afecto: tu perro será tu mejor amigo. El afecto que tendrá por ti será infinito. Trata de devolver un poquito de cariño. A los perros les encanta la atención y las caricias. Pero sin quitarle su lugar: es un perro, no un niño. No extralimites sus atenciones y edúcalo como corresponde.

Consejos para tener un perro equilibrado

Edúcalo desde cachorro

Siempre será más fácil tener un perro equilibrado si lo educas desde pequeño. Una vez ha crecido es más difícil reconducir su conducta, aunque no es imposible. Pero si desde los primeros días el perro recibe todo lo que necesita y le das las pautas necesarias para que su comportamiento sea correcto, la convivencia será ideal.

Para que tu perro esté bien educado es necesario que entienda que el jefe de la manada eres tú. Y como tal, te debe respeto y sumisión. Esto no significa que tengas que golpearlo para mostrar tu poder y que sepa quién manda ni mucho menos. Ser el jefe de la manada es ganarte su respeto dándole su lugar y a la vez estableciendo límites.

Para que tu perro se muestre más sumiso es recomendable una buena dosis de ejercicio diario, sobre todo para aquellas razas que por naturaleza son más nerviosas y tienen más energía. Si desfogan parte de esa energía haciendo ejercicio, se mostrarán menos distraídos a la hora de acatar una orden.

A la hora de adiestrar a tu perro y enseñarle a acatar órdenes, muéstrate firme pero no dejes de tratarle con cariño. Sobre todo, recompensa positivamente al can cuando haga caso, no necesariamente con golosinas, sino con caricias y buenas palabras. Eso le dará más confianza y mostrará más interés por aprender.

Perro equilibrado
Conseguir que el perro sea equilibrado es más fácil si es cachorro aún

Juega con él y da largos paseos

Como hemos hablado antes, el ejercicio es fundamental para el desarrollo físico y mental. Pero no por el simple hecho de ejercitar sus músculos. Con el ejercicio, que es juego para ellos, actúan ante estímulos y se relacionan con personas y otros perros. Esto es fantástico para que no extrañe a desconocidos, evitando que ladre o ataque. Un largo paseo ofrece muchas cosas buenas al perro. Explora nuevos horizontes, desarrolla su olfato y responde ante estímulos antes desconocidos para él, y refuerza vuestra relación. Recuerda llevarlo siempre con correa corta y no dejar que él decida a dónde ir. El jefe de la manada eres tú.

El perro es un perro. Trátalo como tal

Un perro es parte de la familia. Eso es indiscutible. Pero el perro tiene su lugar y no debe traspasar los límites. Debe comer en su sitio y a sus horas, no tener mimos de más y acatar cuantas órdenes se le den. Aunque creamos que hacemos bien al mimarlo y “darle una vida mejor”, puede resultar perjudicial para el perro. Llega un momento en el que no pide esas comodidades, sino que las exige. El perro se siente en una posición por encima de ti, y eso puede traer muchos problemas.

Deja a tu perro ser un perro, mancharse, correr y saltar en los charcos. Pero castígale si rebusca en la basura, lo ves durmiendo en el sofá o salta a la mesa para coger comida. Igualmente, no los vistas como niños pequeños ni los trates como personas o juguetes. Así no haces ningún bien a tu perro.

Observa a tu perro

Cada perro tiene su propia personalidad. Tiene sus miedos, sus manías, sus gestos al hacer algo malo o al ponerse contento y su forma de requerir atención. Para conocer a tu perro y su carácter es necesario pasar tiempo con él y observarlo con atención. Cuanto mejor conozcas a tu perro, antes podrás alertarte de algún comportamiento extraño. Y cuanto antes notes ese comportamiento extraño antes podrás actuar en consecuencia. Esto vale tanto para diagnosticar un trastorno mental, como puede ser el embarazo psicológico, como para detectar cualquier enfermedad. Ten en cuenta que tu perro no puede decirte a viva voz qué quiere o qué le pasa, pero sí que te lo comunican de otras formas, así que depende de ti entenderlo o no.

Establece órdenes y límites

Antes de nada, hay que establecer unas normas y unos límites, y toda la familia debe ceñirse a esa decisión. Por lo tanto, si decides no dejar que se siente en el sofá, no puedes dejarle en ningún momento. Si lo haces a veces sí y a veces no, el perro no entenderá que hacerlo está mal y recibirá reprimendas y castigos sin saber por qué.

Perros equilibrados
El perro tiene que saber quién manda

Asimismo, a la hora de dar órdenes, utiliza siempre las mismas palabras, el mismo tono y los mismos gestos. Si enseñas a tu perro a sentarse a la orden de “sit”, no te enfades si al decirle “siéntate” no te hace caso. Y si tu perro desobedece o ha hecho algo malo, no le des mimos ni lo alientes hasta pasado un buen rato. Debe aprender qué está bien y qué está mal y conocer las consecuencias de desobedecer.

Ten paciencia con tu mascota

Si tienes la oportunidad de educarlo desde cachorro, todo será más fácil. Pero si adoptas a un perro adulto con problemas de desequilibrio, puede llevar algo más de tiempo. No lo culpes a él, no habrá sido una buena experiencia para el can. Hazle entender que contigo está a salvo. Primero gánate su confianza y luego su respeto. Puede ser cuestión de días, semanas o meses. Sé comprensivo y ten paciencia.

Alicia Lime

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