Para entender el comportamiento de nuestra mascota es necesario tener conocimientos sobre la psicología canina. En mucha ocasiones, los dueños se quejan de la conducta de sus canes. Por eso, es muy importante obtener información al respecto, ya que esto repercutirá en el estado de la salud del animal. ¿Quieres saber más sobre la psicología canina? Solo tienes que continuar leyendo el siguiente artículo. ¡Te lo contamos todo!

Índice del artículo
¿Qué es la psicología canina?
La psicología canina es la ciencia que estudia el comportamiento de los canes. Cuando nuestro perro sufre de problemas de ansiedad o problemas de conductas como los destructivos, es importante acudir a un profesional veterinario especializado en comportamiento canino, es decir, un etólogo canino. Para este tipo de terapias también pueden formar parte los adiestradores caninos. Entre los dos, se pueden obtener muy buenos resultados.
¿Cómo entender a tu perro?
Pues bien, para entender y conocer a tu perro, además de leer fuentes sobre psicología canina y preguntar a profesionales sobre el tema, es muy importante la observación. Hay pautas de comportamiento que hacen nuestras mascotas de las que no somos conscientes o bien no las entendemos. Habrá algunos comportamientos de los cuales nos daremos cuenta sin problemas y otros que requieren de toda nuestra atención.
El lenguaje corporal del perro
El lenguaje corporal es la forma que tienen los perros de comunicarse. Lo hacen a través de expresiones faciales, sonidos, olores o posturas/movimientos. Y al igual que se comunican entre sí, tiene un gran facilidad para comunicarse con los humanos, y es lo que los hace tan buenos animales de compañía.
Entender el lenguaje corporal de nuestra mascota nos puede ayudar a saber si siente algún dolor o si tiene miedo, por ejemplo, y poder actuar en consecuencia. A continuación vamos a exponer algunos ejemplos:
- Movimiento de rabo: no siempre significa lo mismo. Si bien se sabe que el movimiento de rabo puede expresar bienestar y felicidad, esto no es siempre así. Por ejemplo, si lo mete entre las extremidades posteriores indica miedo, o si está hacia abajo y tieso, con movimientos lentos, nos puede indicar que nuestro perro está estresado.
- Expresión facial: a través de la expresión facial podemos observar distintos estados y emociones en nuestra mascota. Solo con observar las orejas ya podemos distinguir muchas de estas situaciones. Por ejemplo, cuando las tiene levantadas, el perro estará en posición de alerta.
- Igual que nosotros podemos entender el lenguaje corporal de los perros, ellos entienden el nuestro, y de esa forma nos podemos comunicar con ellos. Ellos son nuestra familia y nosotros lo somos para ellos, así que los humanos reemplazamos a otros de su misma especie. Por eso, adquieren un gran vínculo social con sus propietarios.
Algo fundamental para que nuestras mascotas desarrollen sus comportamiento natural y tengan una vida sana es la socialización con otros miembros de su misma especie desde que son cachorros. Es muy importante que estos se olfateen, jueguen entre ellos y se comuniquen.
Además, se deben familiarizar con ruidos y personas. Es decir, nuestro perro debe salir a la calle y pasear de forma normal para que se acostumbre a los ruidos y las personas, y de esta manera afrontará situaciones extrañas de manera más exitosa y con menos estrés.
La manada
La jerarquía es muy importante en los animales. Deben saber cuál es su lugar en la manada, y en estos casos, el jefe de la manada somos nosotros. Así que conocer las conductas de dominancias y pararlas a tiempo nos evitará posibles problemas de comportamiento en el futuro.

El pasado
Por desgracia, son muchos los perros adoptados que viven con anterioridad malas experiencias. Al llegar a su nuevo hogar, se siente desubicado y las experiencias antiguas pueden repercutir en su comportamiento actual. Así que cuando decidas adoptar un animal, intenta obtener toda la información posible para poder actuar en consecuencia y las posibles dificultades que pueda haber. Con esto ayudaremos a que su adaptación sea lo más tranquila y normal que se pueda.
Nutrición
El tipo de alimentación y cómo se la damos puede ayudar. Por ejemplo, si nuestro perro, por desgracia, ha pasado por situaciones de hambre o no se ha sociabilizado bien, puede que se muestre ansioso al comer. Para ellos, debemos darle comida en varias tomas durante el día, y que poco a poco se vaya habituando.
La raza
Por último y no menos importante, debemos hacer hincapié en que educamos a un perro, sin importar la raza o tamaño. Así, su educación deberá ser igual para un San Bernardo que para un Yorkshire. Muchos de los problemas de conducta que tienen los perros de tamaño pequeño se deben al comportamiento del dueño, teniendo como resultado un perro infeliz. En el artículo Síndrome del perro pequeño podrás encontrar más información acerca de esta patología.
Conclusiones
La misma importancia que le damos al estado físico del animal se la debemos dar a su psicología. Mediante ella podemos entender el comportamiento de nuestro perro, además de poder evitar conductas que sabemos que son nocivas para él. Debes acudir a un profesional siempre que sea necesario.
Por eso, debemos de cuidar de su salud en todos los sentidos. Bríndale unos alimentos de calidad y con los componentes nutricionales necesarios. Sácalo a pasear y correr, necesita hacer ejercicio físico a diario. Deja que juegue con otros perros y se comporte como uno de ellos, y por supuesto, ¡quiérelo mucho!
Es muy importante hacerle revisiones periódicas, igual que nos las hacemos los humanos. El calendario de vacunas debe estar al día, igual que las desparasitaciones externa e interna.
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