La insuficiencia renal es la pérdida de función del riñón. El riñón se encarga de filtrar la sangre de manera que se eliminen los metabolitos tóxicos y residuos del organismos. Si este mecanismo se descompensa, las consecuencias pueden llegar a ser muy graves. Se producirá un incremento de determinadas sustancias nitrogenadas, lo que aumentará la concentración de urea y creatinina en sangre (azotemia). En este caso nos vamos a centrar en la insuficiencia renal canina. Siempre que hablemos de insuficiencia, debemos diferenciar entre la insuficiencia renal aguda (IRA) y la insuficiencia renal crónica (IRC).
En un primer momento es bastante difícil diferenciar entre insuficiencia renal aguda o crónica. Ambas tienen una clínica semejante, por lo que un buen punto del que partir para poder diferenciarlas es su evolución en el tiempo. La IRA se da en días, horas o semanas y la IRC puede durar de meses a años, en la que se instaura anemia.
Debemos diferenciar si el proceso es pre-renal, renal o post-renal. La insuficiencia pre-renal se da cuando se ve afectada la circulación sanguínea. Es el caso de una deshidratación, infarto de miocardio o, por ejemplo, insuficiencia cardíaca. En la insuficiencia renal, este se ve afectado directamente como puede ser por metales pesados, anticongelantes o tóxicos. La insuficiencia post-renal se da por obstrucciones graves, como por ejemplo a través de la uretra, cálculos en la vejiga o tumores, provocando alteraciones en el flujo de la orina. La IRA puede originarse por estos tres tipos de insuficiencia, mientras que la IRC suele deberse a un problema renal.
Una vez instaurada la Insuficiencia Renal, se producen alteraciones hidroelectrolíticas y del pH, acumulación de metabolitos tóxicos así como alteraciones biosintéticas.
- Regulación de medio interno: intenta solventar las alteraciones hidroelectrolíticas y del pH. El perro presentará deshidratación, acidosis metabólica y alteraciones electrolíticas.

- Excreción de metabolitos: intenta eliminar la mayor cantidad de sustancias tóxicas y residuos del organismo, para impedir que la concentración de estos aumenten en sangre.
- Alteraciones biosintéticas: un ejemplo es la alteración de la síntesis de eritropoyetina, de la cual el riñón se encarga de sintetizar. La eritropoyetina es un precursor de los glóbulos rojos. Si el riñón falla, este mecanismo también se encontrará alterado y nuestro animal podrá presentar anemia como consecuencia.
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Insuficiencia renal canina aguda
Se da cuando la pérdida de función del riñón es de forma rápida, en un periodo de horas, días o semanas. Esto provocará azotemia.
La insuficiencia renal aguda además de tener una instauración muy rápida, también avanza velozmente. Si su mascota presenta algunos de los síntomas que se van a comentar en este artículo, es muy importante que lo lleve rápidamente a su veterinario, ya que el tiempo juega en su contra. El perro puede sobrevivir a esta enfermedad si es tratado con el tiempo suficiente, puede morir o puede progresar a una insuficiencia renal crónica.
Etiología
La etiología de la insuficiencia renal aguda se debe fundamentalmente a una isquemia renal (hipotensión, hipovolemia) y a sustancias nefrotóxicas (como el etilenglicol, que es un anticongelante). Otras causas que lo producen son enfermedades como glomerulopatías, obstrucciones del tracto urinario inferior, hipercalcemia así como enfermedades sistémicas.
Clínica
Se puede instaurar de forma muy rápida y algunos de los signos clínicos que podemos observar son:
- Letargo.
- Oliguria o anuria. En estos casos los perros orinan una cantidad de orina por debajo de lo normal.
- Síntomas gastrointestinales, como pueden ser los vómitos y la diarrea, causados por una gastritis urémica.
- Dolor en la zona de proyección del riñón.
- Signos neurológicos.
- Hiperpotasemia: una cantidad de potasio elevada en el organismo podrá dar como consecuencia problemas en el corazón.
- Ascitis.
Tratamiento
El tratamiento siempre debe llevarlo a cabo un profesional veterinario y el animal deberá estar monitorizado.
La rehidratación es un punto fundamental en la recuperación de la insuficiencia renal. Se basa en la fluidoterapia, con la que se intenta restablecer el equilibrio electrolítico, el ph y estimular la eliminación de orina (diuresis). Al realizar esto debemos tener precaución de no sobrehidratar al animal y que este elimine orina. Por ello se provocará la diuresis, para lo que se suele utilizar manitol o furosemida. El manitol tiene acción renoprotectora, siendo su uso muy adecuado para esta enfermedad. Además, con la rehidratación, se aumentará la eliminación de los metabolitos tóxicos.
La corrección de la hiperpotasemia también resulta un punto crucial, para así evitar la posible aparición de arritmias cardíacas. Los animales deberán estar con una buena nutrición, y si es necesario habrá que recurrir a la alimentación a través de sonda o vía parental. Para los síntomas gastrointestinales se administrarán protectores gástricos y antieméticos.
Insuficiencia renal canina crónica
La insuficiencia renal canina crónica se suele dar en animales adultos o viejos. Se trata de una pérdida de la función renal irreversible.. La manifestación de la enfermedad renal crónica no se va a producir hasta que haya una pérdida del 75% de las nefronas. El pronóstico en estos casos es grave, ya que no se pueden restablecer las funciones renales. Si la lesiones no son de carácter grave, con un buen tratamiento es posible que el perro logre vivir algunos meses o años de manera aceptable.

Etiología
Entre las causas que producen insuficiencia renal canina crónica, siendo muchas veces idiopáticas, encontramos la glomerulonefritis, nefropatías intersticiales, poliquistosis adquirida, neoplasias, amiloidosis, pielonefritis o hidronefrosis.
Clínica
- Mala condición corporal: veremos un animal con pérdida de peso y mal pelaje.
- Poliuria/Polidipsia: es decir, orinan y beben más, respectivamente.
- Hipertensión: podrá provocar ceguera o desprendimiento de retina.
- Proteinuria: aumento de la concentración normal de proteínas en la orina.
- Hiperfosfatemia: este es un aumento de fósforo en la sangre.
- Anemia: las mucosas estarán pálidas. El hematocrito se encontrará disminuido, debido a una disminución de la síntesis de eritropoyetina.
- Síndrome urémico.
- Mal aliento (halitosis).
- Osteodistrofia renal.
- Hipopotasemia: es muy frecuente.
Tratamiento
El tratamiento debe llevarse a cabo por un profesional veterinario tras el diagnóstico. Debemos tener en cuenta que el tratamiento en la insuficiencia renal canina crónica no va a hacer que nuestro perro se recupere. La única solución definitiva sería el trasplante de riñón, el cual no tiene mucho éxito en el perro. Por lo que el tratamiento se basará en controlar los síntomas de la enfermedad e intentar frenar al máximo su progreso.
La alimentación será fundamental en el tratamiento. El perro deberá tomar todo el agua que quiera, es decir, esta deberá ser «Ad Libitum». Debe ser una dieta baja en proteínas, para conseguir disminuir la azotemia y ralentizar el proceso. Estas dietas también deben ser bajas en sodio, ya que grandes cantidades de este favorece a la hipertensión. Para la hipopotasemia se administrará potasio en forma de gluconato potásico o citrato potásico. Para la osteodistrofia se necesitan bajar los niveles de fósforo. También se pueden administrar complementos de calcio y vitamina D. La administración de ácidos grasos omega 3 y omega 6 será favorables para el riñón.