Pastor Catalán

El pastor catalán o gos d’atura es una raza de perro pastor que surgió en la zona del Pirineo catalán como perro de trabajo capaz de vigilar y conducir los rebaños. Su carácter afable, su energía y su adaptabilidad lo han convertido en un perro perfecto para toda la familia, que se siente feliz tanto en casa como en la naturaleza.

Origen del pastor catalán

Pastor Catalán
Pastor Catalán Un precioso Pastor Catalán en mitad de un camino.

El pastor catalán surge de la evolución natural de los perros pastores de montaña y de la necesidad de las primeras poblaciones humanas sedentarias de tener un animal que vigilase, defendiera y condujera el ganado.

Los perros pastores se fueron adaptando al clima y al terreno donde habitaban. En Europa surgió un tipo de perro de pelo largo que destacaba por sus cualidades como cuidador de ganado. Los pobladores primitivos de la zona que hoy es Cataluña se asentaron en los valles del Pirineo, ricos en pasto para el ganado.

En esta región se fue desarrollando el pastor catalán, una evolución de perro pastor con un pelaje que le protegía tanto del sol como del frío, con espolones y membrana interdigital para moverse con facilidad en terrenos abruptos, fiel, tranquilo, trabajador y, sobre todo, con una especial intuición para tomar decisiones en ciertas circunstancias.

Esta última es una de las características por las que el pastor catalán es tan apreciado. A diferencia de otros perros pastores que solo cumplen órdenes, elgos d’atura tiene capacidad para recoger y conducir el ganado por sí solo. Esta peculiaridad marca la diferencia entre un “perro de pastor” y un “perro pastor”. El gos d’atura es un perro pastor que toma decisiones.

Los pastores trashumantes encontraron en el pastor catalán un excelente colaborador en las tareas de pastoreo, para conducir al ganado y evitar que se extraviase. De ahí le viene su nombre: gos d’atura significa en catalán “perro de parada” y es que, literalmente, paraban el ganado.

Estuvo a punto de desaparecer con el fin de la trashumancia y la reducción del pastoreo. Sin embargo, al tiempo que el pastor catalán comenzó a ser apreciado como perro de compañía. Se crearon clubes de la raza que celebran a través de los que ha ganado popularidad.

En la actualidad se celebran concursos de pastoreo donde se muestra la habilidad de estos canes para manejar por sí solos ovejas y otros animales. Por su excelente carácter y su belleza, también es habitual verlo en muchas ciudades.

Características físicas del pastor catalán

Si hay algo por lo que el pastor catalán nos cautiva es por su mirada inteligente y expresiva. Sus ojos son de color ámbar, de tamaño grande, muy redondeados y con los párpados perfilados en negro. Es una lástima que los mechones de pelo que le caen por la frente impidan apreciarlos con nitidez.

Cabeza y cuello

Su cabeza es grande y amplia en la base, con un cráneo fuerte y ligeramente convexo, un tanto alargado pero bien proporcionado en relación al volumen del cuerpo. La zona occipital es muy marcada, al igual que los arcos superciliares. La trufa o nariz es recta, ancha y bien proporcionada con respecto al morro, que es piramidal. Uno de los rasgos imprescindibles es que la nariz sea de color negro.

Los labios son gruesos y recogidos, casi rectos. Al igual que la nariz, están siempre pigmentados de negro. Tiene el paladar coloreado de negro y es frecuente que presente manchas oscuras en la lengua.

Las orejas del pastor catalán se diferencian bien por su forma triangular de inserción alta, acabadas en punta, caídas y más bien anchas, con pelos largos. El cuello es fuerte y musculoso pero un poco corto, bien proporcionado, lo que favorece su movilidad.

Tronco y extremidades

El cuerpo del pastor catalán es fuerte y musculoso, con la cruz bien destacada y una ligera elevación en la grupa nunca más alta que la cruz. La cola es larga, implantada baja y acabada en curva lateral. Sus patas son fuertes y rectas.

Una de las características distintivas del pastor catalán son los pies, ovalados, con la planta negra y uñas fuertes de color negro. Presentan una membrana interdigital cubierta de pelo y doble espolón en las patas traseras.

Es un perro no muy alto. Su tamaño oscila entre 45 cm y 53 cm para las hembras y entre 47 cm y 55 cm en el caso de los machos. Su peso ronda los 20 kg.

Pelaje

El pelo del pastor catalán es largo, áspero y ligeramente ondulado, con una capa de subpelo de aspecto lanoso que requiere un cepillado diario, pues es propenso a formar nudos muy difíciles de desenredar. La muda se produce en dos fases. Primero cambia la mitad delantera y después, la parte posterior.

No existe un único color de pelo para el pastor catalán. Los hay de muchas tonalidades, puesto que, realidad, se trata de una mezcla de tonos que pueden ir desde el blanco hasta el negro, pasando por rojizos, terrosos y grises. No se admiten zonas blancas completas, tan solo pelos blancos sueltos o una pequeña estrella en el pecho o en los dedos.

El carácter del pastor catalán

Pastor Catalán
Pastor Catalán Perro de la raza Pastor Catalán sentado en un prado.

Por su origen como perro de trabajo, el pastor catalán es tranquilo, vigilante, pacífico, fiel y seguidor. Disfruta de largos paseos por el campo o por la playa y le encanta la nieve. Una de las peculiaridades de su carácter es su tendencia unir a toda la familia como si fuese un rebaño. Con los niños resulta muy divertido observar cómo éstos se alejan y el perro los reúne.

Puede pasear suelto, ya que no se escapa ni se aleja. Por lo general, camina detrás del dueño, se para cuando éste lo hace y obedece las órdenes de inmediato. Le gustan las comodidades del hogar. Es paciente con los niños y con otros animales, incluso los que no son de su especie.

Es muy fácil entenderse con un pastor catalán con una simple mirada o gesto, lo que le hace un excelente compañero en todas las situaciones.