El olfato del perro es su sentido más desarrollado. Tanto es así, que el cuarenta por ciento de su cerebro está dedicado exclusivamente al análisis de los olores.
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Cómo es el olfato del perro
Cuando nace, el perro lo hace ciego y sordo. El único sentido que utiliza para guiarse es el de su olfato, tacto y gusto. A través del olfato sabrá dónde está su madre. Al cabo de un tiempo, abrirá los ojos y sabrá lo que es la vista y también sus oídos, para conocer el sonido. Pero el olfato, lo tendrá súper desarrollado desde que nace.
Se calcula que el perro, tiene entre ciento cincuenta a trescientas millones de células olfativas, aunque esto depende de la raza. Dicen que la raza de perro con mayor cantidad de células olfativas, es el Bloodhound con trescientos millones, seguido del olfato del Labrador con doscientas treinta millones.
Si lo comparamos con los humanos (sólo tenemos cinco millones de células olfativas), vemos que son muchas células más. A través de ellas, los perros pueden oler gran variedad de olores y distinguirlos, incluso olores que nosotros no notamos.
Funcionamiento del olfato del perro
Tienen un órgano, llamado Órgano de Jacobson (o vomeronasal), que está en la parte anterior del tabique nasal, haciendo conexión con el canal incisivo superior, un pequeño conducto que une la cavidad nasal, de la bucal. Con un movimiento de lengua y labios, el perro hace que una parte del aire que inspira, pase por el canal incisivo, permitiendo que entre al órgano vomeronasal. Este órgano, es el que les permite extraer los olores del aire, de sustancias ingeridas y, también, detectar las feromonas (componentes volátiles elaborados en el organismo, que se encuentran en los fluidos corporales).
Hay algunos factores que influyen en la detección de olores, como fatiga, corrientes de aire, anatomía de la nariz, hidratación o dieta, entre otras.
A través del olfato, pueden identificarse con otros perros. Es como su presentación, con la que sabrán qué edad tienen, qué sexo, qué raza, cómo están de ánimo…
¿Cuál es el alcance del olfato del perro?
Debido a su olfato altamente desarrollado, el hombre ha dispuesto de ellos, a lo largo de los años, para rastrear, detectar drogas y explosivos, encontrar personas sepultadas tras, por ejemplo, un terremoto (pueden detectar olores por debajo de los doce metros de profundidad bajo tierra, e incluso bajo el agua), detectar enfermedades como el cáncer o la subida de azúcar en los diabéticos, detectar fugas de gas, bacterias, moho, averías eléctricas subterráneas, detectar presas para los cazadores, o incluso detectar CD piratas. Esto se debe a que, en la cavidad nasal, hay un tejido llamado epitelio olfativo, formado por células sensitivas, encargadas de identificar los olores. Este tejido en los humanos mide unos cinco centímetros cuadrados y está formado por cinco millones de células olfativas, mientras que en el perro medirá ciento cincuenta centímetros cuadrados, unas treinta veces más que en los humanos, y sus células son muy superiores.
A través del epitelio olfativo, el ser humano es capaz de reconocer unos cuatro mil olores distintos. Las partículas del aire contienen muchos aromas que tenemos alrededor (agradables y desagradables). Cuando las personas inhalamos al respirar, estas partículas se disuelven en la humedad de la nariz para alcanzar las células olfativas, así, con un olor que nos gusta, inhalaremos profundamente para poder coger esas partículas.
A diferencia del ser humano, el perro puede reconocer un millón de olores distintos. La nariz de un perro, siempre está fría y mojada, lo cual, favorece para que sus células olfativas se disuelvan más rápidamente en las secreciones de su nariz. Al mover esta, husmean el aire, pueden atrapar los aromas, y saber de dónde provienen. De esta manera, pueden detectar esencias que las personas no sabremos ni que existen.
Tienen una extraordinaria memoria olfativa, y esto les permite reconocer a su dueño, su hogar, la distancia o el tiempo, solo con recibir el aroma. Un perro jamás olvida los olores de las personas, ni el aroma del lugar donde vive y se le cuida. Puede saber, a través del olfato, de qué humor está su amo, pues el olor del cuerpo del humano cambia sutilmente dependiendo del estado de ánimo.
El olfato del perro, su forma de reconocer el mundo
A diferencia de nosotros, los perros no están interesados en ver los objetos que los rodean. Ellos prefieren olerlos. Oler, es su forma de reconocer el mundo. Cuando llegas a casa, lo primero que hará tu perro será olerte las piernas. Así, estudia dónde has estado, cómo te sientes, si has tenido contacto con otro animal o persona, o de dónde vienes.
El poder olfativo del perro, no es solo por tantos millones de células, sino en la forma que ejercen esta función.
Desde que es cachorro, el perro puede ser destinado a trabajo, donde su olfato será su principal arma.
Si vamos a tener un perro en casa, para compañía, podemos idear distintos juegos donde el perro pueda usar y desarrollar su olfato. Podemos esconderle comida por la casa para que la busque. Podemos comprarle un Kong, más o menos grande dependiendo del tipo de raza, incluso hacerle uno casero que podemos hacer usando una botella de plástico con uno o varios agujeros, y dentro ponerle pienso o algún premio. Aparte de ejercitar su olfato, también lo hará con su ingenio, pensando en cómo mover el objeto para que salga la comida. También podemos jugar a los trileros con él, poniendo vasos de plástico y, en uno de ellos, esconder algún premio que nuestro amigo tendrá que señalar. También se les puede enseñar olores nuevos, a los que no esté habituado, por ejemplo las frutas serían un buen modo de comenzar. Una vez que hayas dejado oler bien los nuevos olores a tu amigo, escóndeselos. La recompensa en forma de caricia o premio, le reconfortará a la vez que ejercita su mente.
Estos juegos, aparte de otros, harán que os divirtáis juntos y que te sorprendas del gran poder de su olfato.
Un perro con la mente activa, es más feliz. Estimular su inteligencia es un modo de evitar el aburrimiento, y gracias a eso, conductas indeseadas.
También dar paseos con él, dejándole oler hará que tenga una mente abierta y centrada. A parte de ayudar al perro a conocer más cosas, a nosotros nos ayudará a saber cómo es el perro que estamos sacando a pasear observando cómo olfatea. La forma de olfatear nos dará información de la genética interna de un mestizo, por ejemplo. Si el perro tiene un instinto de presa y caza, normalmente no separará la nariz del suelo, oliéndolo todo muy bien y buscando. Si es un perro que va directamente a oler las micciones de otros perros y marcan ellos encima, sabremos que es un perro con un carácter fuerte, posiblemente con unos antepasados utilizados para el trabajo (depende de cada individuo).
Aparte de darles información a ellos, a nosotros nos ayudará también a conocer mejor a nuestro gran amigo.
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