Tener un perro requiere mucho tiempo por nuestra parte. Un esfuerzo encaminado a que nuestro amigo esté sano física y mentalmente. Desgraciadamente, muchas veces nos olvidamos de la segunda parte y encontramos perros aburridos o tristes. Incentivar la actividad mental en perros es fundamental para una vida plena. Y para evitar muchos problemas.
Sobre todo, si nuestro perro es muy inteligente. En ese caso, si no lo estimulamos, buscará su propio camino y puede volverse destructivo. Es frecuente, encontrar perros que son capaces de abrir puertas y escaparse, pero con mayor frecuencia encontraremos nuestro hogar destrozado tras una pequeña ausencia. Por eso te vamos a contar cómo y con qué herramientas podrás estimular mentalmente a tu perro.

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Cómo mejorar la actividad mental en perros
Para mejorar la actividad mental de nuestro perro debemos tener en cuenta algunos aspectos. El primero de ellos, es el espacio, pero también el tiempo dedicado a ejercitarse. Por ello, para incentivar a nuestra mascota deberemos cuidar mucho de ambas cuestiones. Pero también podremos incentivarlo creando vínculos emocionales y ofreciéndole retos para una estimulación cognitiva.
El espacio
Es fundamental tener un espacio adaptado para nuestro perro. Por ejemplo, si tenemos un ovejero es obligado que tenga espacio suficiente para correr y desfogarse. Si lo encierras en un pequeño apartamento, acabará destrozándolo ya que necesita el movimiento para sentirse bien. Si por el contrario, lo que tienes es un perro toy, puede sentirse abrumado si lo dejas solo en un parque. En ambos casos, si no se cumplen sus necesidades, puede acabar provocándole ansiedad y eso es malo para su estimulación.
Tiempo de juego
En muchas ocasiones pensamos que con un rato de jugar con nuestro perro, será suficiente. Pero no es así. En primer lugar, cada perro requiere un tiempo diferente. Pero, sobre todo, necesitan contacto con otros perros. Llevarlo a un parque canino y dejarlo jugar suelto (siempre que la normativa lo permita) ayudará a que aprenda a interactuar no solo entre ellos, también con humanos. Pero esa interacción motivará a nuestro perro al presentarle retos inesperados.
Creación de vínculos
Al crear vínculos emocionales con nuestro perro, estamos presentándole unas pautas a seguir. En cierta forma, nos convertimos en su líder y eso nos ayudará en su adiestramiento. Y, en el caso que nos ocupa, nos permitirá compartir juegos y experiencias, ofreciéndole retos que activen su inteligencia.
Retos cognitivos
Es tan sencillo como ofrecerle retos a nuestro perro para conseguir un pequeño premio, que puede ser una golosina, por ejemplo. De esa forma y, sin darle nuestra ayuda en ningún momento, estaremos incentivándolo mentalmente. Al tener que esforzarse para conseguirlo mejoraremos su salud física y mental; pero también podremos prevenir problemas futuros.
Juegos de inteligencia para perros
Son juegos que variarán de nivel, pero tiene como objetivo conseguir resolver un problema antes de alcanzar su objetivo. Y, por tanto, su premio. Pero no trates de que tu perro solucione problemas complejos desde el inicio. Recuerda que para hacer una derivada primero tienes que aprender a sumar con los dedos.

Encontraremos tres niveles de dificultad en este tipo de juegos:
Principiantes
Son juegos sencillos, en los que el perro debe descubrir qué premio encontrará al final. Suelen ser muy básicos, como una base de la que el perro debe retirar ciertos cubos. O cajones que abrir para encontrar alguna chuchería o algo de comida. De este forma, además de saber que el juego tendrá premio, mejorará el uso de la boca y las patas para conseguir sus objetivos.
Normal
Aparecer nuevos retos para nuestro perro, como la opción de deslizar ciertas partes del juguete. Al inicio, deberás dejarle estas zonas medio hechas, y poco a poco, podrás ir complicándolo. Pero deberás enseñarle de inicio que el juego se ha complicado.
Avanzado
Enfrentamos a nuestro perro a nuevos retos: piezas que hay que girar y retirar, otras que hay que deslizar. También podemos encontrar juguetes en los que nuestro perro deba presionar un botón para que se abra el habitáculo que esconde el premio. Deberás tener paciencia ya que puede ocurrir que tarde en aprender a usarlo. Pero el resultado final será muy satisfactorio para todos.

Juegos educativos para perros
Mediante el uso de juguetes interactivos podemos aprender a educar a nuestros perros para evitar malos comportamientos. Por ejemplo, si nuestro perro es propenso a morder todo lo que no debe, podemos enseñarle a no hacerlo usando un mordedor alimenticio.
En el mercado podemos encontrar diversos tipos de juegos educativos, aunque todos ellos -salvo aquellos que requieren interacción entre más de un perro- tienen dos opciones: alimenticia y olfativa. Aunque encontraremos miles de opciones en el mercado.
Los juegos alimenticios ofrecen un premio al final del mismo. Podemos encontrar desde comedores que exigen que nuestro perro tenga que esforzarse para lograr comer hasta mordedores. Pero en todo caso, buscamos un refuerzo positivo en el animal.
Un segundo tipo, es el olfativo. En este caso, aprovechamos las cualidades innatas de nuestro animal para esconder un objeto. Quizá requiere más esfuerzo por nuestra parte, al tener que trabajar con nuestro perro en distintos espacios y buscar nuevos lugares en los que esconder los objetos.
Cómo empezar a jugar con cachorros
Sí deseas jugar con un cachorro, debes tener paciencia. Como cualquier tipo de entrenamiento, en los primeros meses será más complejo. Tendrás que realizar los juegos a ratos, dejándolo siempre que veas que se aburra.
Recuerda que el entrenamiento, y la estimulación mental del cachorro lo es, no debe convertirse en un castigo. En ese caso, el perro puede dispersarse y, sobre todo, rechazarlo. Pero si logras convertirlo en algo divertido, conseguirás todo lo que te propongas posteriormente con él. Pero si se aburre, se acabará convirtiendo en un quebradero de cabeza a largo plazo para lograr tu objetivo de juego y educación.
Eso sí, debes comenzar con juegos sencillos. Por ejemplo, puedes dejarle salchichas por la casa, a la vista. Poco a poco, comienza a esconderlas para que el cachorro tenga que buscarlas usando su olfato. Además, estas horas de juegos, mejorarán vuestra vinculación por lo que no solo estimulará su inteligencia, también favorecerá vuestra relación personal.