Los perros, al igual que las personas, pueden presentar diferentes tipos de enfermedades y debemos estar preparados para ello. Es por eso por lo que siempre recomendamos pensarlo detenidamente antes de adoptar a una mascota. Es una responsabilidad muy grande y debemos ofrecerles todo lo que necesitan en su día a día, incluso cuando están enfermos. Hay que señalar que los perros y los humanos nos parecemos bastante, aunque no sea físicamente, ya que, al igual que nosotros, la hepatitis en perros es una enfermedad muy incómoda.
Vamos a conocer ahora todo lo relativo a esta enfermedad, desde cómo se produce la hepatitis en perros hasta los tratamientos y la prevención. Estad muy atentos ya que, como se suele decir, siempre es mejor prevenir que curar, y con esta información podréis estar alerta.
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Qué es la hepatitis en perros
La hepatitis en perros es, de forma resumida, una inflamación del hígado. La inflamación hepática puede producirse por diversos motivos y, además, puede ser de diferentes tipos, no todas las hepatitis son iguales. Para diagnosticar al animal y ponerle el tratamiento adecuado, lo mejor es que lo llevéis al veterinario al notar el menor síntoma, que ahora conoceremos.
Cómo se origina la hepatitis en perros
Es muy importante que los perros sigan una alimentación equilibrada para que todos los órganos funcionen adecuadamente. El hígado es uno de esos órganos vitales ya que tiene muchas funciones que hacen que todo funcione como debe. Es el encargado de producir la bilis, de procesar y equilibrar la sangre que sale del resto de órganos, como el estómago o los intestinos y de convertir el exceso de glucosa en glucógeno, entre otras muchas cosas.
Por norma general, la hepatitis en perros se origina por una mala alimentación o por una intoxicación que afecta de forma gradual al órgano. Existen otras causas que derivan a ciertos tipos de hepatitis que conocemos a continuación.
Tipos de hepatitis en perros
Hepatitis común
Este tipo de hepatitis causa una inflamación del hígado por una exposición que sufre el organismo hacia agentes tóxicos o medicamentos que el hígado no es capaz de procesar. Al no poder digerirlo, el órgano sufre algunos daños que hace que termine por inflamarse. Los síntomas en este caso suelen presentarse cuando el daño es bastante grave.
Hepatitis autoinmune
La hepatitis autoinmune se produce debido a una reacción del sistema inmunitario del propio perro. En esta reacción, el sistema inmunitario ataca a los hepatocitos, que son las células del hígado, ya que los confunde con unos agentes patógenos, es decir, agentes ‘malos’ para el perro.
Hepatitis infecciosa
Es la inflamación del hígado, en el caso de la hepatitis infecciosa, se produce por el adenovirus canino tipo I y se contagia a través de la orina, del agua contaminada o de otro tipo de objetos que también estén contaminados. Recordad que los perros lo huelen todo, por lo que hay que prestar mucha atención a esto.
La hepatitis en perros, la infecciosa, afecta especialmente a los perros menores de 1 año. Una vez la padecen, suelen estar entre 5 y 7 días con molestias antes de ver una mejora, pero, no os preocupéis, se podrán recuperar del todo.
En el caso de la hepatitis infecciosa, que es la que más suele preocupar, suele tener un buen pronóstico, pero si se trata de un caso grave puede morir en pocas horas. En el caso de la hepatitis común y la hepatitis autoinmune, pueden ocurrir lesiones permanentes, especialmente en la segunda.

Síntomas de la hepatitis en perros
Al igual que cualquier otra enfermedad, la hepatitis en perros también puede mostrar algunos síntomas. Tened en cuenta que todos los perros no tienen porqué mostrar estos síntomas, así que al más mínimo aviso debéis consultar con el veterinario.
- Sed de forma excesiva
- Sangre en las mucosas
- Dolor en la zona abdominal
- Fiebre
- Inmovilidad
- Convulsiones por fallo hepático
- Pérdida de apetito
- Aumento de la secreción nasal y ocular
- Vómitos
- Edemas
- Icericia (coloración amarillenta en los ojos)
Tratamiento de la hepatitis en perros
Dependiendo del tipo de hepatitis que tenga el animal se administrará un tratamiento u otro. Vamos a conocerlos.
- Tratamiento para la hepatitis común: en el caso de la hepatitis común, el tratamiento será sintomático y siempre se intentará cuidar y equilibrar los factores que han causado el daño en el hígado. En el caso de la alimentación, por ejemplo, se recomendará una alimentación específica para el animal.
- Tratamiento para la hepatitis autoinmune: al igual que en la anterior, en este tipo de hepatitis también se trabaja alrededor de los síntomas que presente el perro. Aún así, el veterinario también puede recomendar algunos fármacos para regular su sistema inmunitario e intentar que no ataque al propio perro.
- Tratamiento para la hepatitis infecciosa: además de tratar los síntomas, en esta ocasión el especialista suele recetar antibióticos para prevenir otro tipo de infecciones secundarias causadas por esta afección. También es común que proponga una dieta específica para prevenir la deshidratación. La dieta suele ser rica en proteínas.
Prevención de la hepatitis en perros
Para prevenir esta enfermedad existe una vacuna que se le administra al animal cuando es cachorro y que todos los veterinarios suelen administrarla. Al margen de ello, es fundamental que el perro tenga una buena calidad de vida, una dieta variada y una buena higiene, tanto del animal como de los sitios en los que suele estar.
Por lo demás, evita administrar medicamentos sin consentimiento médico y realiza visitar periódicas al veterinario para que compruebe su estado de salud. De esta forma será casi imposible que la hepatitis entre en la vida de tu perro.