La limpieza de oídos en perros es fundamental para prevenir problemas derivados de la acumulación de suciedad como infecciones, problemas auditivos, hongos, etc.
En este artículo, expondremos cuál es la mejor forma de mantener limpia esta delicada zona de nuestro peludo amigo.

Índice del artículo
Cómo realizar la limpieza de oídos en perros
Como todas las demás rutinas que llevamos a cabo con nuestro perro, debemos procurar acostumbrarle al hábito de la limpieza de oídos desde cachorro. De este modo percibirá el acto como algo natural y ordinanrio.
También es recomendable fomentar la costumbre de revisar los oídos de nuestro perro de forma periódica. Ello implica una minuciosa observación para detectar posibles problemas y dolencias.
Un oído sano presenta un color rosado pálido y no desprende mal olor.
Por el contrario, una presencia excesiva de cera nos puede estar avisando de algún tipo de dolencia o infección. Un hedor fuerte y desagradable puede indicarnos la existencia de una otitis o inflamación del oído interno.
Resulta conveniente palpar la zona de las orejas para detectar posibles protuberancias, ya que las zonas inflamadas por infecciones también pueden extenderse fuera del canal auditivo en forma de abultamientos que causan dolor al tocarlas. De este modo, palpando podremos notar si le duele y sabremos que existe un problema.
Otros síntomas de ello son el rascado insistente de la zona y sacudidas frecuentes por parte del animal, en cuyo caso no deberemos demorarnos en acudir a nuestro veterinario para que revise sus oídos y nos indique el tratamiento adecuado.
Limpieza de la parte externa
Antes de proceder a la limpieza, tanto de la parte externa como la interna, debemos lavarnos bien las manos y disponer de la suficiente iluminación.
Algunos perros tienen una gran cantidad de pelo en la zona de las orejas. El pelo es un protector natural, pero también acumula suciedad que puede terminar penetrando en el interior del oído. En algunos casos puede resultar conveniente rasurar esa zona cuando hay exceso de pelo y para limpiar mejor la zona.
En cualquier caso, es mejor consultar con nuestro veterinario sobre esta opción o dejar el corte en manos del peluquero canino.
Para limpiar y despejar la parte externa del oído utilizaremos una toalla humedecida con agua templada y el champú que usamos normalmente con nuestro animal.
Después de limpiar toda la zona exterior aclararemos con cuidado y secaremos con una toalla.

Limpieza del oído medio
Para proceder a la limpieza de la zona media utilizaremos una gasa limpia humedecida en agua templada mezclada con un producto limpiador auricular para perros. Además de disolver la cera, el limpiador suele venir con un aplicador que nos permite rociar la zona más inaccesible.
Es conveniente consultar con nuestro veterinario qué tipo de producto es el más adecuado para nuestro perro.
Introduciremos con sumo cuidado un dedo envuelto en la gasa, poniendo especial atención en no tocar el fondo del oído. Frotaremos la zona rosada de adentro hacia afuera procurando no ejercer una presión excesiva hacia el interior. De este modo evitamos que se puede formar un tapón de cera.
Antes de proceder, es conveniente masajear la base de la oreja con la finalidad de que el producto limpiador se extienda y haga su efecto.
Una vez que hayamos introducido nuestro dedo envuelto en la gasa en el interior de la oreja, realizaremos cuidadosos movimientos circulares procurando recoger en la gasa la mayor cantidad posible de cera.
Durante la limpieza, deberemos sustituir la gasa tantas veces como sea necesario, hasta que salga completamente limpia.
Debemos utilizar una gasa limpia y única por cada oído, ya que la infección de uno puede contagiarse fácilmente al otro.
Para terminar secaremos la zona con un paño limpio y dejaremos que nuestro perro se sacuda a gusto.

Frecuencia de la limpieza de oído en perros
Lo ideal es revisar y realizar la limpieza del oído en perros, al menos, una vez por semana. Especialmente en los animales más grandes, que, debido al tamaño de su pabellón, suelen están más expuestos a la entrada de suciedad y cuerpos extraños. En los más pequeños, puede ser suficiente con revisar y limpiar cada 15 días.
Por supuesto, el entorno donde el animal acostumbre a desenvolverse es fundamental a la hora de determinar la frecuencia. No es lo mismo un ambiente limpio que otro con mayor número de partículas de polvo, arena, etc. Obviamente en el segundo caso, la frecuencia deberá ser superior, y también en el caso de que nuestro perro tienda a ensuciarse con frecuencia, si se mete en ríos, pantanos, escarba, etc.
Precauciones generales en la limpieza de oídos de perros
- No utilizar nunca productos caseros.
- Debemos realizar siempre la limpieza con delicadeza, procurando siempre no tocar el fondo del oído.
- No utilizar bastoncillos ni productos que puedan depositar fibras, como algodón.
- Revisar los oídos cierta frecuencia.
- Comprobar que no haya un exceso de cera o cera de color negro
Como siempre, este artículo tiene un propósito meramente informativo. Cada caso y cada animal requieren de una atención específica. Por ello recomendamos siempre que, ante la menor duda, se consulte con el veterinario.
También es interesante que, tanto las primeras limpiezas, como los cortes de pelo del interior del oído, sean llevados a cabo por un profesional, para tomar nota del proceso hasta que pueda ser realizado por nosotros mismos.

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Gracias por el artículo. Tengo un perrito y la verdad que la limpieza de sus oídos en fundamental para su higiene y bienestar, ya que es propenso a padecer otitis y molestias en su oído. ¡Siempre viene bien saber más sobre el tema!
Saludos.
De nada Alicia, a tí por comentar, Saludos 😉