Premios en adiestramiento

Desde que el humano empezó a trabajar con los perros y ver la gran ayuda que le prestaba en los trabajos de forma natural e instintiva, se empezó a interesar por añadir más funciones que poco a poco se fueron destinando según las razas y habilidades primarias o naturales.

Premios para perros

Los métodos con los que se empezaron estos adiestramientos fueron por desconocimiento y porque, hasta entonces, creíamos que el sometimiento, castigo y miedo era lo mejor, ya que el ser humano cuando no tenía más recursos recurría a la violencia. Hasta que, poco a poco, investigadores, etólogos y más científicos, empezaron a interesarse por la educación de otras maneras, siendo las guerras (como en casi todo en la vida), las que hicieron que estas investigaciones se llevasen a cabo. Ahí empezó la comida como forma de premio para que el perro realizase su obediencia. Tenemos el ejemplo del ejército ruso, cruel pero efectivo, que al no poder derrotar a los poderosos tanques alemanes, acostumbró a sus perros a comer debajo de los tanques rusos, entendiendo que la comida siempre estaba debajo de estos carros de combate. Dejaban de darles de comer durante unos días y, cuando veían un tanque en el campo de batalla, corrían debajo de él, portando una mochila de explosivos con un mecanismo que detonaba al contacto con el metal.

premios en adiestramiento para perros
Perro anti tanque

Cuando comprendimos que el perro nos daba más respuestas positivas con la comida que con el castigo (como demostraron Pavlov, Skinner, Konrad Lorenz, entre otros) introducimos la comida o refuerzo positivo en la educación de todos los animales. Para ello tenemos que tener en cuenta la latencia.

Latencia es el tiempo que transcurre desde que le damos una orden al perro y este ejecuta la respuesta.

Tenemos que tener en cuenta que la comida o refuerzo tiene que ser un premio y no un soborno, ya que, si no sabemos administrarlo correctamente, el can solo nos obedecerá cuando tenga su refuerzo, y habrá que hacerle entender que su castigo es la ausencia de premio. Tenemos que combinar este refuerzo por cosas que también le interesen, como el juego y el cariño. La golosina que al principio será administrada de forma generosa y constante tiene que tender a ser escasa o desaparecer cuando se cumplan las órdenes, pues si no, tendremos un perro obediente pero con colesterol.

Mejores premios para adiestrar perros

Los premios tienen que ser atractivos para nuestro peludo, debiendo interesarle más que otras motivaciones. Para conseguir que realice el acto o comando que queremos, no tenemos que correr en la enseñanza y tendremos que ser honestos con el perro, no pagando con él nuestros fallos, ya que nuestra falta de paciencia y no saber comunicarnos a veces con ellos, hará que no demos el premio con la conducta o acto que le hemos pedido. Uno de los premios más comunes es la salchicha de Frankfurt, ya que por su textura y olor es muy atractiva y rápida de comer. Esto nos da una atención continua en el aprendizaje.

salchichas como premios en adiestramiento
Salchichas, una opción de premio

Si con los días el perro deja de interesarse por el refuerzo, tendremos que cambiar a otro diferente en olor o textura para iniciar de nuevo su interés por el aprendizaje. Podemos recurrir a trozos de queso bajo en grasa, ya que no es un alimento muy recomendable pero que le atrae mucho, o trocitos de bacon. Está demostrado que los premios altos en proteínas hacen descender la ansiedad de algunos perros , facilitándonos el trabajo.

Cuándo usar los premios en adiestramiento

La forma de administrar los premios debe ser cuidadosa. Como hemos dicho al principio no es un soborno, sino algo bueno que va relacionado con un acto. Por ello es aconsejable que cuando vayamos a utilizar el refuerzo de la comida en el adiestramiento nos planteemos bien el ejercicio que vamos a realizar, debiendo portar las golosinas en un lugar seguro, como una riñonera o porta premios, para que el perro no pueda acceder a ellos a su voluntad, teniendo siempre un trozo del premio en la mano, para premiar lo antes posible, ya que a mayor rapidez de premio, mayor rapidez de respuesta. No podemos tardar en premiar el acto del perro, ya que podemos premiar otra cosa que este ejecutando o pensando. A esto se le llama timing.

Este sistema lo podemos utilizar para todos los ejercicios, (el sentado, tumbado, etc.) incluso la llamada, siendo lo más preocupante normalmente. Con lo que tenemos que tener cuidado, es en unir un acto positivo, (que sería su refuerzo) con algo negativo; por ejemplo, si el perro está jugando con otros perros y le llamamos, viene, le damos su premio, y le atamos, puede relacionar la llamada con el fin del juego y no con el premio. Así que, al principio, le llamaremos, premiaremos y dejaremos que se vaya de nuevo, volviendo a llamarle, hasta que entienda que la llamada es algo positivo.

Los refuerzos nos pueden servir desde el comienzo de la convivencia con el cachorro, puesto que tenemos que premiar las cosas positivas, como las deyecciones en la calle, que no sea destructivo, o positivizar un entorno, que no entre a algunas habitaciones, o habituarle a descansar en un trasportín.

También podemos utilizar los premios para desarrollar los instintos primarios del perro. Como sabemos, estos son por orden de importancia el olfato, oído, vista, tacto y gusto. En este caso, desarrollamos el olfato, haciendo diferentes juegos y ejercicios en el período que todavía no puede bajar a la calle por falta de alguna vacuna, escondiendo los premios en diferentes lugares de una habitación y haciendo que los busque. Con esto desarrollaremos el olfato, la parte cognitiva, crearemos un vinculo fuerte, y empezaremos a crear aptitudes positivas que nos vendrán muy bien en la etapa adolescente del perro. Cuando este juego se lo sepa, cambiaremos a otro y el refuerzo también.

Cuando nos vamos de casa y dejamos a nuestro perro solo, son útiles los juguetes que están hechos para introducir premios, y dejárselos para que se entretenga sacándolos. Estos juguetes los podemos encontrar en tiendas especializadas o realizarlos de forma casera, como puede ser una pelota de tenis en la que haremos un pequeño corte en forma de cuadrado, e introduciremos unas galletas. El perro la moverá hasta que la galleta salga por el hueco. También lo podemos hacer con botellas de plástico o tetrabrik.

premios en adiestramiento con kong
Kong

Para algo muy importante que sirve premiar a nuestros amigos peludos, es para erradicar miedos. Si en la etapa de impregnación relacionamos un premio (que en estos casos debe ser muy abundante, al lo que llamamos” jackpot”) con algo negativo, siendo lo más común ruido de petardos, aspiradoras etc., haremos que sea algo cotidiano y positivo. Por ejemplo: Se puede poner la aspiradora cerca del perro cuando se le administra la golosina.

De esta manera los premios jugaran un papel muy importante en la educación de nuestro perro, dejando de utilizar la fuerza, recordando siempre que debemos plantearnos muy bien los ejercicios y no correr. No hay nada mejor que utilizar el sentido común y dejar los egos aparte.

premios en adiestramiento con las mejores técnicas
Chico con perro recibiendo adiestramiento