El Perro sueco de Laponia, también llamado Lappie sueco o simplemente Lappie por los entusiastas, es miembro de la familia Spitz junto con los perros esquimales siberianos, los akitas y los malamutes de Alaska. El Lapphund lleva el nombre de Laponia, una zona en las partes más al norte de Suecia, Finlandia y Noruega, y es el perro nacional de Suecia. Estos perros originalmente trabajaban como perros de pastoreo y guardianes de renos.
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Perro sueco de Laponia
Muy alerta y juguetón, este sería un perro ideal para tener en casi cualquier familia. A los lapones suecos les encanta caminar, correr y jugar cuando están afuera. Sin embargo, también tienen un «interruptor de enfriamiento» cuando están en el interior y pueden relajarse con el resto de la familia. Una casa con un patio grande es ideal, pero no los dejes solos durante largos períodos de tiempo, o ladrará molestando a tus vecinos en busca de atención. Estos perros deben vivir en interiores para que puedan estar con su gente.

Características del Perro sueco de Laponia
Los Lapphunds suecos son maravillosos compañeros de familia y prosperan cuando se los incluye en todas las actividades de su manada humana. Este spitz de tamaño mediano, vivo e inteligente, es un perro versátil, juguetón y enérgico. Aunque generalmente se considera una raza de energía media a alta, es capaz de relajarse y enfriar cuando sea apropiado, también conocido como el interruptor de encendido / apagado de Lappie.
Alerta y amigable, también pueden ser independientes y tercos. La raza conserva sus rasgos de vigilancia y pastoreo, lo que le hace estar siempre alerta y lanzar ladridos para llamar la atención. El Lappie sueco está ansioso por complacer, trabajará contigo y es adecuado para rally, agilidad, pastoreo, trabajo de olfato y otros eventos complementarios.
Aspecto físico
El Lapphund, como también es conocido, tiene un tamaño mediano y posee una doble capa gruesa en colores marrón, negro o negro y marrón (con o sin marcas blancas) y tiene orejas puntiagudas, una cabeza en forma de cuña y una cola ondulante que se enrosca sobre su espalda mientras se mueve. No es difícil de arreglar, pero pierde mucho pelo, por lo que en época de muda se puede volver un verdadero engorro limpiar todo el pelo desprendido.
Personalidad
Se trata de una raza muy sociable, así que cuando salgas a caminar, es posible que quieran saludar a los extraños con los que se crucen. Por suerte, son amigables y juguetones tanto con las personas como con otros perros, por lo que no debe ser origen de ningún conflicto en el parque.
Disfrutan de estar activos, o más bien, de hacer cosas. Así que lo pasaran genial en un largo paseo a pie o en un viaje en coche. Por lo que es perfecto para familias aventureras dispuestas a adentrarse (siempre con seguridad) en el campo. Recuerda que en España está prohibida la acampada libre, pero si vas a hacer vivaqueo legalmente, puedes estar seguro de que te avisara, con un ladrido agudo, ante cualquier peligro. Ya que además de sociable, es un perro que siempre está alerta.
Los lapphunds suecos también son buenos perros guardianes y alertarán cuando alguien esté tras la puerta o si ve alguna actividad sospechosa. No hay mucho que pueda superar a este perro. No se los debe dejar solos durante períodos prolongados o sufrirán ansiedad por separación y ladrarán excesivamente, ya que se trata de un perro verdaderamente familiar y que requiere mucho contacto humano.
El Perro sueco de Laponia con niños y otros animales
Sociable, alegre, juguetón y feliz, es un perro hogareño que lo pasará maravillosamente bien jugando con los más peques de la casa. De todas formas, no te extrañe ver que los lleva de una habitación a otra como si fueran su rebaño, esta actitud es propia de casi todos los perros pastores.
Con perros y otros animales
Es un perro extremadamente sociable y criado para el pastoreo, lo que hace que sea realmente bueno para compartir su vida con otros perros y mascotas.
Información básica
- Altura a la cruz: de 45 a 51 cm.
- Peso: de 16 a 20 kg.
- Capa: marrón, negro, negro y marrón.
- Promedio de vida: de 10 a 13 años.
- Carácter: alegre, juguetón, sociable y alerta.
- Relación con los niños: excelente.
- Relación con otros perros: excelente.
- Aptitudes: perro pastor, perro de compañía.
- Necesidades del espacio: necesita vivir con la familia y no solo en exteriores.
- Alimentación:
- Arreglo: cepillado regular.
- Coste mantenimiento: bajo.
Estándar
Clasificación RSCE: Grupo 5: Perros Tipo Spitz y Tipo Primitivo. Sección 3: Perros nórdicos de guarda y pastoreo

Historia
El Perro sueco de Laponia fue reconocido oficialmente en Suecia en 1903, pero sus raíces se remontan mucho antes y en varios países. Se cree que el Lappie es una de las razas más antiguas que existen. Eran parte de la tribu de los pueblos indígenas Sami en Suecia, Finlandia, Noruega y partes de Rusia, en la que este perro era un querido y apreciado, ya que ayudaba con trabajos como la caza, el pastoreo y la vigilancia.
Los perros sami fueron descritos hacia finales del siglo XVIII por el discípulo de Linneo Carl Peter Thunberg (1743-1828): “El fiel compañero y guardián del reno, una de las mejores especies. De vez en cuando viene con Lappar y Ångermänner a Upland; y son del tamaño de un zorro». La primera vez que se describieron los perros sami fue en Lapponia por Johannes Schefferus (1621-1679), que se publicó en 1673 en Frankfurt.
El perro de los Sami
Esta raza fue criada por los Sami, necesitaban un perro confiable y versátil para fines tales como pastorear renos, perro guardián para el asentamiento y cazar. El resultado fue un perro negro, puntiagudo y de mirada alerta e inteligente, lo que ha hecho que hoy en día se use como perro de compañía o para uso deportivo, dónde demuestra su habilidad en pruebas de obediencia, rally, agilidad, pruebas de uso y como perro de búsqueda en pruebas de pista de juego. Además, en EE. UU. puede participar en pruebas de pastoreo de perros.
Los primeros tres perros que se incluyeron en el primer pedigrí del Swedish Kennel Club (SKK) lo hicieron en 1893 y fueron perros mestizos. Un primer estándar de raza fue publicado en 1908 por S. Sahlin y entonces la raza se llamó Pointer de Laponia, una de las varias variantes del pointer nórdico como puede ser el Samoyedo, con el que guarda cierto parecido aunque es de menor tamaño.
Una raza al borde la extinción
El Lappund sueco y el Lappund finlandés son muy similares en apariencia. Hace mucho tiempo eran prácticamente el mismo perro, pero con el tiempo han desarrollado cambios. El finlandés es un poco más pequeño que el sueco Lappund. También tienen variaciones en cuanto al color del pelaje. En la década de 1950, estaban al borde de la extinción y, gracias a unos pocos amantes dedicados de Lappie, los números han subido muy ligeramente. Aunque siguen siendo una raza rara con poco más de 1000 en todo el mundo, esta es la raza nacional de Suecia.
Aun en la década de 1960, los perros de un solo color se declararon deseables e incluso en la década de 1970, no solo negros sino también marrones y perros falderos blancos, con el objetivo de aumentar el número de ejemplares disponibles para su cría. La raza ha tenido una predisposición por las colas rechonchas naturales, pero ha estado excluida del estándar durante algunas décadas.
Reconocimiento internacional
El United Kennel Club los reconoció en 2006. Y también están validados en el Foundation Stock Service del American Kennel Club, el primer paso hacia el reconocimiento final, aunque el AKC no los ha reconocido todavía. La FCI por su parte reconoció a la raza en 1955 y en el año 2012 publicó el estándar oficial que se encuentra vigente en la actualidad.
Educación y entrenamiento
Tienen una naturaleza ávida y curiosa, lo que da como resultado un alto nivel de capacidad para aprender con entrenamiento. Con el desafío de una mente independiente y una racha obstinada ocasional, entrenar a un Lappie requiere mano ligera, paciencia y sentido del humor. Es muy adecuado para el pastoreo, la agilidad, la obediencia y otros deportes caninos y puedes aprovechar que disfrutan haciéndolo para mejorar su educación y potenciar el entrenamiento.
Salud
Aunque el Perro sueco de Laponia es una raza relativamente sana, la diabetes mellitus y la atrofia progresiva de la retina son algunas de las afecciones médicas que se han identificado en la raza. Quizás debido a que son tan raros, la popularidad y la reproducción excesiva aún no han afectado mucho su salud, pero es una buena idea preguntar a los criadores sobre la incidencia de displasia de cadera y problemas oculares, ya que son comunes en muchas razas diferentes.
Atrofia progresiva de retina
Se trata de una enfermedad ocular, hereditaria y muy común en los perros. Los fotorreceptores se van deteriorando de forma progresiva, por lo que la retina pierde la capacidad de captar la luz y, al no poder enviar información al cerebro, el animal va dejando de ver de forma paulatina hasta llegar a la ceguera total. Los primeros indicios los vemos cuando los perros dejan de ver bien en situaciones de luz más tenue y se muestran más inseguros en sus actos. Lamentablemente, no tiene cura.
Displasia de cadera
La displasia de cadera es una de las enfermedades más comunes en el mundo canino. Aparece en las fases iniciales de desarrollo del perro cuando la cadera deja de entroncar correctamente con la articulación de las patas traseras, provocando inestabilidad, cojera y dolor en nuestro perro. En las fases más avanzadas puede llegar a inmovilizar al perro, pero pueden buscarse soluciones quirúrgicas y ortopédicas. Desgraciadamente, también puede provocar artritis a la vejez.
Diabetes
Al igual que en humanos, la diabetes canina es producida por la incapacidad del cuerpo de producir o usar la insulina, lo que hace que el perro tenga niveles de azúcar en sangre demasiado altos. Hay dos tipos de diabetes. La diabetes tipo 1 ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina y la 2 cuando hay suficiente insulina, pero el cuerpo no la puede usar, o cuándo el páncreas produce insulina, pero no toda la que el cuerpo necesita. La gran mayoría de los perros diabéticos tienen del tipo 1 y eso conlleva medicación a lo largo de toda su vida.
Los síntomas de la diabetes son sencillos de observar: nuestro perro orina demasiado, bebe demasiada agua, tiene un mayor apetito a pesar de la pérdida de peso (ya que el adelgazamiento será visible) y se muestra apático y poco activo. Cuando veamos que nuestro animal tiene estos síntomas debemos acudir a nuestro veterinario para comenzar un tratamiento que le permitirá, en la mayoría de los casos, tener una vida plena.

Cuidados básicos
Los Perros suecos de Laponia son una raza de energía media-alta y se benefician del ejercicio diario. Tienen un interruptor de «encendido / apagado»; es decir, son muy enérgicos, alertas y activos, pero capaces de asentarse y relajarse. Se trata de una raza inteligente y activa que requiere ejercicio físico y mental regular para evitar el aburrimiento. Como ocurre con la mayoría de las razas, un Lappie aburrido encontrará su camino hacia las travesuras, por lo que es mejor que tengas juegos que lo incentiven mentalmente para evitar que destrocen tu hogar mientras estés fuera. No es una raza para quedarse sola durante largos períodos, y cuando está al aire libre, un patio cercado es imprescindible.
Higiene y cepillado
El Lappie tiene una capa doble de longitud media que debe mantenerse en buenas condiciones con un cepillado semanal y un baño ocasional. Los lapones suecos se someten a un gran desprendimiento de su capa interna al menos una o dos veces al año, lo que se conoce como «capa de soplado». Un peluquero puede ser útil en este momento para lidiar con la gran cantidad de pelo que se desprende. Bajo ninguna circunstancia se debe afeitar a un Lapphund sueco. El pelaje siempre debe mantenerse en su longitud natural durante todo el año.
Alimentación
El Lapphund sueco debería consumir un alimento de alta calidad, ya sea fabricado comercialmente o preparado en casa con la supervisión y aprobación de su veterinario. Cualquier dieta debe ser apropiada para la edad del perro (cachorro, adulto o mayor). Algunos perros son propensos a tener sobrepeso, así que observa el consumo de calorías y el nivel de peso de tu perro. Las golosinas pueden ser una ayuda importante en el entrenamiento, pero debes tener cuidado con ello o causarás problemas de salud en tu perro sueco de Laponia. También es fundamental que aprendas qué alimentos para humanos son seguros para los perros y cuáles no.
Cómo conseguir un Perro sueco de Laponia
Desgraciadamente, la raza es aún muy rara en todo el mundo, debido al escaso número de camadas que se dan y a la casi extinción de la raza a mediados del siglo XX. La mejor forma de hacerte con uno es ponerte en contacto con algún criador de su zona de origen. Desde luego, los problemas para hacerte con uno se solventarán en cuanto el cachorro comience a formar parte de tu familia, ya que es un perro excepcional.
Otros perros similares
Si buscas otro perro similar, quizá lo encuentres entre los siguientes:
- Bohund Noruego: dócil, calmado, amistoso, enérgico y deseoso de servir. Ladra con mucho gusto cuando está trabajando.
- Perro finlandés de Laponia: Inteligente, valiente, tranquilo y dócil. Es un perro amable y fiel.
- Spitz de los visigodos o Vallhund sueco: es un perro inteligente, valiente y ladrador, capaz de adaptarse a familias activas, pero no recomendable si hay niños muy pequeños en el hogar.
- Perro Pastor Islandés: resistente, fuerte e inteligente, se desarrolló en el duro clima de Islandia.
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