Cada día encontramos más perros vegetarianos. Obviamente, no se trata de una opción personal ni libre, sino que está vinculada a la decisión de sus dueños de abandonar el consumo de carne. Pero ¿Es la alimentación vegetariana buena para los perros? No, al menos inicialmente. Los cánidos son omnívoros por una evolución histórico derivaba de la domesticación. Por eso, necesitan nutrientes y proteínas que solo se encuentran en productos de origen animal.
Esto no quiere decir que nuestro perro no pueda comer fruta o verdura. De hecho, los expertos recomiendan que un 15 % de la dieta esté compuesta de productos vegetales. Pero, si se desea que el perro sea vegetariano, debe hacerse siguiendo las pautas de un veterinario. Siempre debe ser un especialista quien indique qué tipo de pienso y comida debe consumir.
En todo caso, el proceso debe ser paulatino. Cambiando los hábitos con moderación para evitarle problemas, tanto alimenticios como psicológicos, al romper sus rutinas diarias. Una vez que el proceso haya finalizado, se recomienda estudiar las reacciones del animal, comprobando si ha descendido su energía o si se encuentra más cansado de lo normal.
Además, en aquellos momentos en que se encuentre más vulnerable, ya sea por edad, enfermedad o embarazo, es imprescindible que abandone la dieta vegetariana hasta que recupere su condición normal.
Normalmente, este cambio de dieta viene de la mano de una decisión ética de la persona al cargo. Pero, antes de transformar los hábitos del perro, habría que preguntarse si la comida vegetaría es una buena alimentación para ellos.
Por ello, vamos a analizar detenidamente los beneficios y desventaja de una alimentación vegetariana, ofreciendo información para que podáis elegir la mejor opción de comida para ellos. Pero pudiendo hacerlo con conocimiento de los pros y contras que representa este tipo de nutrición para vuestros perros.
Índice del artículo
El origen de la idea: humanización de las mascotas
Un problema cada vez más común en la alimentación de los perros es la antropoformización o humanización de las mascotas. Se conoce así al fenómeno que trata de humanizar animales y cosas y que conlleva pensar que “lo que es bueno para mí, es bueno para ellos”. Por tanto, si la dieta vegetaría tiene muchas ventajas para mí, debe tenerlas para mi perro.
Pero esto no es así. El ser humano es un omnívoro original, mientras los cánidos lo son por adaptación al medio y, sobre todo, por la domesticación. Sin embargo, los carnívoros no están diseñados para digerir vegetales. Ni dientes, ni estomago ni recto tendrán la misma eficacia. Con el tiempo, una alimentación de origen únicamente vegetal puede producir problemas de salud ya que el perro no puede metabolizar correctamente los nutrientes aportados por la dieta.
Consejos para cambiar la dieta a tu perro
El primer, y fundamental, paso a dar si vas a establecer una dieta vegetariana es acudir con asiduidad el veterinario. Solo así se puede controlar las funciones de su organismo, ya que este puede verse afectado por el cambio.
Los cambios drásticos de alimentación no son aconsejables, por lo que, si el animal lleva toda su vida comiendo un pienso con componte cárnico, se debe ir haciendo un cambio paulatino, aumentando la cantidad de nutrientes vegetales mezclados con el alimento de origen animal. Y, nuevamente, bajo supervisión del veterinario.
No debe realizarse el cambio de dieta en animales enfermos o de avanzada edad, ya que puede acelerar los procesos que esté sufriendo. La salud de tu animal debe estar por encima de los propios ideales.
Se debe completar la dieta con aditivos que le ofrezcan los nutrientes que no encuentra en el nuevo pienso.
Por último, hay que vigilar el comportamiento del animal para averiguar si la nueva dieta le está afectando de alguna manera.
Ventajas de una alimentación vegetariana
Según los estudios realizados por Andrew Knighty Madeline Leitsberger, y publicados en su artículo “Vegetariana versus Meat-Based Dietes for Companion Animals”, se pueden ver ciertas ventajas derivadas de una alimentación vegetariana. Pero los resultados de estos estudios deben tenerse en consideración teniendo en cuenta los condicionantes que les afectaban:
- Fueron realizados por petición de grupos favorables a la instauración de dietas vegetarianas en animales.
- Fueron desarrollados en espacios controlados, aunque algunos animales venían consumiendo una alimentación vegetariana previamente.
- El número de individuos analizados directamente no llegaba al centenar, el resto se basó en encuestas realizadas a personas cuyas mascotas ya habían procedido al cambio de dieta.
- Todos los animales estudiados directamente estaban bajo supervisión continua de un veterinario.
Aumento de la vitalidad
Los animales sujetos a una alimentación vegetariana se muestran más vitales. Esto puede deberse a que obtiene una mayor energía de los complementos alimenticios.
Disminución de la incidencia de cáncer y de hipotiroidismo
Entre los animales estudiados por Andrew Knighty Madelaine Leitsberger se pudo comprobar un descenso de la incidencia de cáncer e hipotiroidismo. Descenso aún mayor entre los perros con dieta vegana. Según las conclusiones obtenidas, esto podría deberse a que consumían una dieta más natural. La explicación puede encontrarse en la ausencia de los componentes químicos usados en piensos industriales.
Ausencia de ectoparásitos (pulgas, garrapatas, piojos y ácaros)
Otro de los beneficios para el perro que ha podido ser demostrado, ha sido la ausencia de parásitos en piel y pelo. Si bien uno de los requisitos era que estuvieran en un espacio controlado. Esto podría alterar el resultado del análisis si no fuera porque todos los animales debían salir para realizar el ejercicio acordado.
Mejora de las condiciones del pelaje
La mejora en las condiciones del pelaje fueron las más llamativas y rápidas en ser detectadas. A los pocos meses del cambio de dieta, todos los dueños anunciaron las mismas mejorías: más brillo y suavidad y mayor cantidad de pelo.
Control de la alergia
Nuevamente, parece derivarse de la desaparición de productos con altos componentes químicos de la dieta de los perros.
Control del peso y la diabetes
El cambio de alimentación, supervisado por un veterinario, permitió a los animales mantener un peso estable. Al controlar la ingesta de azucares y derivados se evitaba la aparición de la diabetes.
Mejoría de las cataratas en perros
Una mejoría de todos los animales con alimentación vegetariana fue la detención del avance de las cataratas. Mejoría que fue más contrastada en perros de avanzada edad y que había llevado una dieta vegetariana por más tiempo; siempre por más de cinco años.
Desventajas de una alimentación vegetariana
Junto a las ventajas aportadas por los estudios favorables, los veterinarios muestran una serie de riesgos a la hora de una alimentación vegetariana de los perros. Incluso los propios estudios pro dietas, confirman esos riesgos.
Necesidades proteínicas
Un perro adulto debe consumir al menos un 18% de proteínas en su dieta. Y este promedio es el límite inferior, y aun así no es recomendable si se desea que tenga una salud aceptable. Esto se debe a que las fuentes de proteínas contienen aminoácidos, pero cada animal necesitará un tipo diferente.
Las proteínas y aminoácidos son necesarios para un buen metabolismo y mantenimiento de los tejidos blandos. Para poder aprovecharlos al máximo, el animal debe estar diseñados genéticamente para ello. Sin embargo, os carnívoros no lo están para metabolizarlos correctamente los de origen vegetal. En las cadenas proteicas encontramos 22 aminoácidos, de los que los perros tan solo pueden sintetizar doce en cantidad suficiente para cubrir sus necesidades. El resto, llamados “esenciales”, deben lograrse mediante una dieta adecuada.
Infecciones en el aparato digestivo
Los estudios demuestran que los perros con alimentación vegetariana son más propensos a las infecciones del tracto urinario. Esto se produce debido a la falta de taurina, metionina, cisteína y de los ácidos grasos aportados por la carne.
Además, no toleran el consumo de gran cantidad de fibras, aunque sí necesitan consumirla. Esto se debe a que tienen un aparato digestivo más cortos que los humanos.
Cardiomiopatía dilatada
La cardiomiopatía dilatada canina afecta al músculo cardiaco caracterizándose por un empeoramiento de la función de contracción miocárdica, dilatación compensatoria de uno o ambos ventrículos y adelgazamiento de las paredes cardiacas. Si bien es una enfermedad común en ciertas razas (Doberman Pinschers, Iris Wolfhound, Bóxer y Cocker Spaniel, especialmente), en su variante idiopática se puede ver un aumento de la ratio entre perros vegetarianos. Esto es debido a las deficiencias nutricionales y a la falta de taurina y L-carnitina en la dieta.
Diseño genético no adaptado
Como ya hemos comentado, los perros son carnívoros en origen y su diseño genético está encaminado al consumo de carne. Por ejemplo, carecen de molares que le permitan machacar los productos de origen vegetal. Esto conlleva una mala digestión de estos productos, que son metabolizados más lentamente, o no lo son, produciendo problemas intestinales y falta de nutrientes en el animal.
¿Es una buena alimentación?
Según todos los estudios, la dieta vegetariana no es la más recomendable para los perros, debido a su estructura y genética. Puede conllevar algunos beneficios para el animal, pero solo cuando el cambio se realiza de forma estricta. Y siempre bajo supervisión de un especialista.
En muchos casos, este cambio de dieta está condicionado por una fuerte ideología animalista de la persona encargada del perro. Es en esos momentos, cuando debe recodarse que cada animal tiene su propia naturaleza y que no debemos realizar ninguna acción que pueda causarles mal.
En caso de una incompatibilidad moral insuperable entre la alimentación cárnica del perro y la decisión personal de no comerla, se recomienda buscar soluciones que no afecten al animal. El ser humano puede elegir libremente, el perro debe adaptarse a lo que se le oferta. Piensa en él: no siempre es lo mejor o, simplemente, no es de su gusto.
Igual que una dieta 100 % animal no es beneficiosa para los perros, una dieta totalmente vegetal tampoco lo será. Es precisa una dieta equilibrada que le aporte los nutrientes y proteínas necesarios para un buen desarrollo físico.
Pero también deben tenerse en cuenta los cambios psicológicos que puedan producirse en ellos. Los perros son animales de rutinas, que sufren con los cambios inesperados y repentinos. Esos mismos cambios, producidos a nivel alimenticio, pueden conllevar trastornos que afecten a la ingesta de alimentos, reducción de energía y caída de la vitalidad.
Por todo ello, en caso de decidir que el perro tenga una dieta vegetariana den realizarse la adaptación lentamente. Y siempre debe completarse con vitaminas y componentes proteicos, que suplan las carencias de la dieta vegetariana.
En todo caso, si se procede a cambiar la alimentación del perro deber realizarse siempre bajo supervisión de un especialista. De otra forma, podríamos provocarle daños al animal. Y debe suprimirse inmediatamente si este se ve afectado por alguna dolencia derivada de la dieta. El bienestar del perro debe anteponerse a todo lo demás.
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