Cómo elegir una alimentación 100% natural para tu perro

Es ya un cliché que para todos/as los/as que tenemos perros/as la alimentación es una de las prioridades fundamentales y que una buena decisión en este ámbito puede lograr que vuestra felicidad conjunta sea mayor y más duradera.

Otro tema es saber cómo elegir su alimento principal ya que el volumen de información (y desinformación) es abrumador, aunque es cierto que la mayoría quiere que la nutrición de su amigo sea lo más natural posible.

Natural es una palabra que da lugar a muchas interpretaciones a medida que vemos más y más productos añadiendolo a sus paquetes, nombres y publicidad, por eso queremos ayudarte a identificar los productos 100% naturales dándote unas pequeñas pistas.

Alimentación natural
¿Te preocupa la alimentación de tu perro?

¿Qué es un alimento natural?

Sin pretender sentar cátedra, podemos considerar un alimento natural tanto por su composición, esto es, sin aditivos artificiales, como por su estado, es decir, que haya pasado por el menor procesamiento posible. De esta manera, no será lo mismo un producto que contenga ingredientes naturales que aquellos que anuncien ser 100% naturales. Asimismo, podríamos pensar que un producto que pase por un proceso que altere sus propiedades como el calentado, sería menos natural que un producto que no sufra ninguna alteración.

Cabe distinguir entre un producto natural y un producto ecológico. Ecológico da un paso más al asegurar que las materias primas no han sido expuestas a los agentes químicos (ni en su crecimiento ni en su fase de proceso) a los que se exponen los productos no ecológicos. Notad que no hablamos de cero exposición.

¿Cómo puedo estar seguro/a de que un alimento es 100% natural?

La normativa de alimentación para animales de compañía, así como la alimentación para humanos, no es tan transparente como nos gustaría, pero sí nos permite, a través del etiquetado, obtener unas pistas interesantes:

  • Ingredientes reconocibles: en el producto, ya sea un pienso, una lata o alimento fresco, los ingredientes y sus componentes deberían estar descritos claramente y ser reconocibles como naturales.
  • Ingredientes claramente químicos: poco que decir, si la etiqueta del alimento, en alguna de sus partes, nombra elementos que no sabéis lo que son no es buena señal.
  • Aditivos nutricionales: esta entrada en la formulación es indicativa clara de añadidos artificiales
  • Aclaración de procedencia: a veces, ciertos aditivos sí tienen procedencia natural, pero entonces debe estar señalado como tal, por ejemplo, la vitamina E cuando es tocoferol.

Por último, si la etiqueta no te lo aclara, en la era de la comunicación no hay nada mejor que una llamada telefónica. Cualquier marca que quiera y sepa confirmarte esas dudas al teléfono podría ser una buena candidata como mejor opción para tu peludo.

Si lo que quieres es 100% natural de verdad… hay una manera!

Como pasa con las personas, a menudo la mejor manera de saber que algo es 100% natural es… hacérnoslo nosotros mismos!

Si hablamos de alimentos naturales que además no estén procesados (ni siquiera calentados) una opción que quizás te parezca interesante son las dietas crudas. Se trata básicamente de escoger los ingredientes entre carnes, verduras, frutas y otros elementos, hacer una mezcla de acuerdo a unas indicaciones básicas y dárselas crudas a tu perro.

Hay mucha información a favor y en contra de estas dietas, pero la verdad es que cada vez hay más gente que las practica y las recomienda tanto en blogs como en grupos de Facebook. Lo que sí es extremadamente importante es que sean completas y equilibradas, es decir, que cuenten con la variedad y los ingredientes básicos para que no falte ningún nutriente.

¿Cuáles son los distintos tipos de dieta cruda?

Aunque hay diversas teorías acerca de cómo preparar una dieta cruda completa, estas son las más habituales:

  • Dieta BARF: su fundamento reside en que los perros son oportunistas y a menudo complementan la carne con otras cosas que puedan comer, como verduras y frutas. Por ello su composición es la siguiente:
    • 60 a un 80% de carne, de las cuáles:
      • 10-20% son vísceras (con al menos la mitad de hígado)
      • 10% es hueso puro (crudo)
      • 70%-80% es carne de músculo (con un 15-20% de grasa)
    • 20-40% de verduras y frutas de las cuáles:
      • 70% son verduras
      • 30% son frutas
    • Suplementos nutricionales. Para completar con los nutrientes que no están en la carne y los vegetales, es siempre interesante incluir una buena fuente de ácidos omega3 como el aceite de pescado o el fitoplancton así como una fuente de vitaminas B, como las algas.

Para asegurar que la alimentación es completa, siempre es importante asegurar la variedad de los ingredientes y, si podéis, que os baséis en lo que hay escrito sobre la materia.

¿Por dónde empiezo?

Actualmente hay bastante literatura acerca de las dietas crudas tanto en internet como en redes sociales, incluidos grupos específicos que comparten recetas, tendencias, información sobre dónde conseguir ingredientes, así como los últimos estudios, etc.

Además, te ayudarán a organizarte para que inviertas el tiempo justo y necesario para hacer grandes lotes que luego congelar e ir sacando poco a poco.

¿Qué ocurre si no tengo tiempo o no me atrevo a crear mis propias dietas?

Afortunadamente, hay ya algunas marcas comerciales que venden productos mezclados con las proporciones correctas y listo para servir. Sólo infórmate, lee sus etiquetas para asegurarte de que se trata de productos 100% naturales y, por qué no, llámalos para que te expliquen lo que estás comprando.

Al fin y al cabo, es lo que va a comer tu pequeño/a todos los días y ellos son lo que más nos importa ¿no?

Alicia Lime
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